No poner acento en Educación es una falta muy grave

Por Carlos Carlos L, Marco Ortega @carlosmarco22

 España tiene un serio problema con la educación. Gastando más dinero y poniendo menos alumnos por clase que muchos países de su entorno, nuestro país ha conseguido unos ratios de fracaso escolar y un desempleo juvenil que superan todos los récords.
¿Qué elementos fallan en el sistema educativo español? De manera inmediata, y salvo excepciones, podemos señalar a la falta de responsabilidad.  Muchísimos profesores carecen de responsabilidad sobre el producto educativo: la evaluación de la calidad de la enseñanza es prácticamente inexistente, no se usa, no es obligatoria o no se tiene en cuenta en absoluto. Un sistema que ofrece estabilidad en el empleo al profesor independientemente de la calidad y resultado de su docencia es inherentemente perverso. Los temarios y metodologías tienden a la obsolescencia, porque la ausencia de evaluación y competitividad elimina los incentivos. En un escenario de cambio tecnológico, el contraste se vuelve insoportable.
Pero además, las propias estructuras administrativas dan lugar a una enorme ineficiencia: hace poco vi cómo a un alumno de Ingeniería le negaban la posibilidad de hacer prácticas en una empresa, “porque no tenía completados la mitad de los créditos”. A otro, en Publicidad, le tramitaron su solicitud, pero le previnieron de que si hacía prácticas en su primer curso, “no le contarían como créditos”. En un mercado de trabajo disfuncional y con un porcentaje disparatado de paro juvenil, desincentivar el trabajo en prácticas a los alumnos de cualquier nivel es de tal irresponsabilidad, que merecería un despido sumarísimo.
La universidad española, salvo honrosas excepciones, no prepara a los alumnos para trabajar. Lo que hace es generar en ellos una actitud tan funcionarial como la que tienen la mayoría de sus profesores y trabajadores. Un desastre que no se cambia maquillando los planes de estudio. Es preciso modificar mucho, mucho más. Fuente: Blog de Enrique Dans. C. Marco