Pretenden que no me enoje con mis hijos, nunca. Que no grite, que no llore de frustración, de angustia.
Pretenden que siempre tenga la palabra o el abrazo contenedor para evitar o manejar un berrinche.
Pretenden que siempre cocine sano, nutritivo, equilibrando los menúes y que sea con alegría e ingenio,
Pretenden que mis hijos se porten como adultos siempre, sin importar lugar, hora o circunstancia,
Pretenden que no use ni la televisión ni la computadora para poder ir a bañarme, jamás.
Pretenden que está siempre sonriente, feliz.
¿No saben acaso que con el título de “mamá” no dejás de ser vos misma ni te transformas en una super heroína?
¿No saben acaso que vos luchas todos los días por ser la mejor mamá del mundo con tus propias herramientas, tú historia personal, la de tu pareja y las circunstancias que te tocan vivir?
¿No saben acaso que para culpas ya tenemos las propias y que no necesitamos adicionales?
Que trabajes, que no, que cuides a tus hijos, pero no tanto, que les juegues, ¿pero a qué?, que les permitas ser ellos mismos, pero con disciplina, pero no tanta que tienen que ser libres, pero tampoco tan poca que son maleducados, que sepan usar la tecnología, pero que no la usen mucho, ni poco, que coman sano, de todo, siempre, que cocines y que no hace falta que lo hagas, que compartas las tareas con tu marido, o que no tanto, o que sí, que todo, no importa lo que vos quieras hacer tenes que compartir todo, que ganes tu propio dinero, y que estés en casa, y que tus hijos sean lindos, y bueno, e inteligentes, y buenos amigos, si, todos tus hijos, que porqué tenes tantos hijos, o tan pocos, que tenés que tener pareja, o mejor quedate soltera y ama tu libertad, que viajes, o que no
Una mamá es una persona a la cual la vida, de una manera u otra, le dio el mejor regalo del mundo, y qué, con su amor, su paciencia y con todo su ser intenta cuidar, guiar y proteger a otra persona para que ella también pueda crear su propio camino y que pueda ser feliz.
Yo tengo virtudes y tengo defectos, así, como cualquier persona de este mundo.
Desde ahí vivo la maternidad: con altas y bajas, con aciertos y errores. Recalculo, vuelvo a empezar, pido perdón y marco un camino.
Así, una maternidad tan real como la vida misma.
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