Ilustración Serhiy Lauškìn.-José Viyuela-
No sé de dónde nace esta negruraque vacía de sangre los pulmonesy empuja irremediablementea la ceguera y al silencio.
No sé de dónde viene esta corrientehelada en la que flotantodos los cisnes muertos y los versos.
Por qué florece en mi gargantaun eco de canciones de otro tiempoenvueltas en el vaho de la nostalgia.El agua ya pasada es la que muevelas aspas de este corazónal borde del hastío.
Busco y me asomo a los abismosdonde se pierde la esperanza,y bebo todo el aire en la caída.En esa bocanadaengullo las mentiras, las traiciones,todas las que he sufrido y contaminanlos manantiales que me surcan.
Una música turbiaenvuelve las palabras,renacen los hechizos,sahumerios encantados por la fiebredel pensamiento líquidoque hierve en los matraces.
El pensamiento bulle, brotala demencia. Soy incapazde traducir el laberintoabsurdo en que me muevo.Mis pasos no me llevana espacios conocidos,me alejan de mí mismo, me extravían.Sé que voy a tardar en encontrarme.
No soy nadie esta noche,sólo un hombre perdido,amenazando simetrías,razones y equilibrios.