NO se pega

Por Myriam Cabanillas
A colación del tema "DODOT", he seguido dándole vueltas al recurrente asunto de el cachete a tiempo.
Lo que escribo aquí, es mi reflexión particular.
Yo he cometido el error de darle un azote a mi hijo y una colleja en un par de ocasiones, pero no estoy orgullosa de ello y no lo justifico.
Se que en esos momento actué mal, como lo hago otras miles de veces en otros ámbitos.
Aun estoy aprendiendo y me parece que este aprendizaje...durará toda la vida
.
Mis preguntas no pretenden respuesta, son preguntas lanzadas al aire, que espero inviten, a la reflexión:
No se pega:
Ni una paliza, ni un cachete.
El famoso y aparentemente "inofensivo" cachete a tiempo, no enseña nada.
Quizás a nivel físico no marque, no sea doloroso y no cause secuelas...pero  a nivel emocional, sí:
La vergüenza, humillación e impotencia, se sienten en el momento y se graban a fuego para siempre.
Que los niños nos lo perdonan?
Si, desde luego que si,por que son nobles y nos lo perdonan todo.
Con los años incluso puede que se rían junto a nosotros de aquel o aquellos "inofensivos" y tan "educativos" cachetes o colleja, por que la memoria ha enterrado el sentimiento vivido, por que la sociedad entera nos dice que no pasa nada, por que a todos nos han dado un azote alguna vez y aquí seguimos...
Y también por que reconocer que estuvo mal, es reconocer que nuestros padres, a los que habitualmente hidrolatamos, son imperfectos.
Y por que también tendríamos que reconocer que albergamos dentro ciertos sentimientos negativos hacia ellos, por aquellos actos, que es probable que nuestros hijos sientan hacia nosotros alguna vez por haber cometido el mismo error...
No se pega por respeto.
Y por que el primer cachete cuesta, duele darlo y hasta genera remordimientos.
Pero el segundo costará menos y puede que con el tiempo, el cachete inofensivo, se convierta en habitual, restando así, la importancia que verdaderamente tiene.
Que pasa cuando pegar, aunque sea en su expresión mas mínima, se convierte en un acto habitual?
-Pues que por un lado estaremos enseñando a nuestros hijos, que pegar, esta justificado en según que ocasión,lo cual es un criterio muuuuy amplio y ambiguo para cualquiera, pero para un niño, lo es aun mas.
-Como también le enseñaremos que "merece" ser pegado en ocasiones,corriendo el riesgo de que se "deje" maltratar por otras figuras de autoridad para el.
-Con la suma de los dos puntos anteriores, conseguiremos normalizar la visión de la violencia y su uso, cosa que jamas deberíamos considerar normal.
Y  cuando deja de tener " importancia" el cachete? hasta cuando es o será inofensivo?
El mismo "inofensivo" cachete o palmada en el pañal, "sin importancia", que le das a un niño de dos años, servirá a los 8? a los 10? y a los15?....no verdad? y entonces que? Aumentamos "la dosis"?
Analicemos ahora el cachete a tiempo:
-A tiempo de que?
*De verdad podemos creer que un cachete a tiempo hará que nuestro hijo sea mejor persona en el futuro o aprenda alguna lección importante extraída de él?
-Que conseguimos?
*Modificar una conducta? parar una actitud?
-Y si es así y el niño la modifica, pensemos:
Por que lo hace?
Por que ha comprendido lo que estaba haciendo mal?
Por respeto a sus padres?
O por miedo al inofensivo cachete?
*En todo caso será por miedo al cachete, por que desde luego una simple colleja o cachete, no nos confieren respeto alguno y como dialogo no explica nada, por lo que dudosamente por si solos, sirvan para vayan a servir para educar.
A lo sumo servirán para parar aquello que nos molesta y que quizás entonces atiendan a nuestra explicación,(lo cual no es indicativo de que la comprendan) por lo que a mi parecer, queda claro que evidentemente, el cachete no sirve de nada positivo.
Lo importante es el dialogo, la explicación, que puede darse sin necesidad alguna de pegar.
No se pega a los niños, por lo mismo que hablaba en esta entrada
Por que es inmoral.
Por que es ilegal.
Por que no se pueden defender.
Por que la violencia, genera mas violencia.
Por que les estaremos enseñando a hacer lo mismo.
Por que no se debe dañar a lo que mas quieres en el mundo.

Ilustración: Luis Parejo


Myriam Cabanillas