No sé por dónde empezar!

Por Juan Carlos Valda @grandespymes

Hace meses que tienes esta idea de escribir un libro. Querías aprovechar tus días de vacaciones o el fin de semana para pensar en el contenido y hacer un plan de acción. Empezaste a leer manuales sobre cómo publicar libros por tu cuenta y de repente ya no estás segura de lo que querías hacer. ¿Es mejor publicar en papel o en formato ebook? ¿Será gratuito o lo venderás? ¿Y a qué precio? Hay quién dice que amazon es la mejor opción, aunque también lo podrías vender en tu propio blog. ¿Eso significa que tendrás que crear un blog? ¿Y cuál es el mejor formato? ¿Mejor corto y sucinto o largo y detallado? ¿Qué pasa con las gráficas, no sería interesante hacerlo más interactivo? ¿Y cómo vas a diseñar la portada? ¿Mejor invertir en photoshop, o algún servicio online como canva.com?

Entre tantas incógnitas de repente ya ni te acuerdas del contenido que querías plasmar sobre papel (o pantalla). Hay tantos detalles a tomar en cuenta, tantas decisiones a tomar, que lo más fácil es dejarlo para el otro fin de semana. Obviamente necesitas más información para poder embarcarte a un proyecto tan grande.

O quizás has decidido que ahora es el momento de reorganizar tu casa para simplificar tu vida y empezar una nueva época en tu vida. El próximo puente lo quieres utilizar para deshacerte de todas aquellas cosas que no utilizas nunca y poner orden en tu vida. Dando una vuelta por tu casa te empiezan a asaltar las dudas: ¿deberías empezar con el salón o con la cocina? ¿O quizás es mejor organizar primero el altillo? ¿Qué vas a hacer con todas aquellas cosas que aún están en buen estado? Seguro que algunos todavía se podrían vender, algo que representa su propio reto.

De repente la idea de organizar tu casa se ha convertido en una montaña imposible de escalar. Quizás sea mejor esperar a que tengas un mes libre para realmente hacerlo bien. Mientras tanto inviertes tu tiempo en leer libros y blogs acerca de minimalismo y vida simple para estar "preparada" para el día hipotético de tu limpieza general.

La relación traicionera entre información y acción

¿Cuántas veces has visto un proyecto o una idea morir una muerte lenta debido a esta parálisis por análisis? Tienes una idea que te llena de motivación hasta que te sientes perdida entre todas las opciones, variaciones y posibilidades que están a tu alcance. Parece que cada aspecto individual requiere una decisión basada en información que aún no tienes. Para no equivocarte, postpones estas decisiones para otro momento - un momento que nunca llegará.

Buscar más información no siempre te permite tomar una decisión más consciente. Muchas veces es un simple mecanismo de defensa de tu cerebro, que prefiere que no te arriesgas. Tu cerebro es demasiado educado como para llamarte cobarde, así que te recomienda que te informes mejor. Te inscribes en otro curso más y añades un par de libros a tu lista de lectura.

Curiosamente, más información que acumulas, menos te sientes capaz de empezar. Más herramientas que conoces, más dudas tienes cuál será la decisión correcta. Y fielmente a la paradoja de las opciones te quedas sin hacer nada.

En realidad, tu decisión da igual

Sé que quieres hacer lo correcto. Entiendo que estás preocupadísima de tomar una decisión equivocada y arrepentirte más adelante. Quieres hacerlo todo correcto, en el orden adecuado para así obtener lo mejores resultados.

La realidad es algo distinta. No existe la decisión perfecta. Cualquier decisión que tomes hoy en base de lo que ya sabes será la correcta, porque te permite avanzar. Lo importa no es la decisión en sí, sino el hecho que te hayas decidido. Una decisión te permite actuar, experimentar, probarte a ti misma. Siempre podrás hacer correcciones más adelante, basados en tu experiencia y adaptados a tu situación del momento.

Las decisiones no tomadas no tienen ningún impacto sobre tu vida real, ni en lo bueno ni en lo malo. Una decisión no tomada es como un sueño abstracto que no existe para nadie más que para ti. Una decisión no tomada no te abre puertas ni te brinda oportunidades, no te permite aprender ni avanzar. Y como si fuera poco, además te genera un estrés palpable por no saber hacia dónde tirar. Te mantiene estancada en el aquí y el ahora, que pronto será el ayer o el "hace un año quería empezar".

Así que hoy te propongo: decídete. Si hace falta utiliza una moneda o un dado para decidirte por la plantilla de tu nuevo blog, el destino de tu próximo viaje o la primera habitación a ordenar en tu casa, que así sea. Como mínimo ahora sabrás por dónde empezar y por primera vez generarás información relevante para los próximos pasos de tu proyecto.

¡Adelante, actúa!

Fuente: https://valedeoro.es/no-se-por-donde-empezar/?mc_cid=b48f8082a7&mc_eid=68e381fcd0