Un día de tantos una amiga muy especial recibió un correo, el mismo hablaba de un reto a realizar por 21 días en donde la meta era precisamente en cambiar hábitos, específicamente no quejarse, no decir mentiras y no enojarse. Fue tan interesante que lo quiso compartir con tres amigos más y decidieron tomar como recordatorio de que estaban realizando este reto, una pulsera de hule la cual colocaban en alguna de sus muñecas. Si en el proceso de realización de este reto se equivocaban o volvían a estos malos hábitos y otros más, tenían que cambiar su pulsera de brazo y volver a iniciar el mismo al día uno.
No se como fue todo el proceso, pero si puedo dar fe del resultado. Fue tan bueno y tan motivante que al final de los 21 días decidieron compartirlo con otras personas, y cada vez son más los interesados por su testimonio, además, pude ser testigo de cambios muy positivos hacia ellos mismos y hacia los que les queremos. Hoy día ya han compartido su experiencia con un periódico del país, así como grupos de personas en diferentes lugares y hasta un canal de televisión, su espíritu de querer compartir un ¡sí se puede cambiar! ha sido su principal factor de motivación y crecimiento.
Esto me lleva a pensar que es tan fácil adquirir malos hábitos, por ejemplo, nos es sencillo quejarnos todo el día de cualquier cosa; nos quejamos porque llueve, o porque esta haciendo calor, nos quejamos si estamos cansados, si no hemos dormido bien, si alguien nos vio feo, ¡nos quejamos tanto! Y en el proceso olvidamos dar gracias. Gracias por la lluvia, gracias por el sol y el calor que emana de este, gracias porque tengo trabajo y mi mente y extremidades funcionan a tal punto que somos productivos en lo que hacemos y que somos capaces de hacer.
Piensa un poco en aquellos que no pueden hacer todas estas actividades o sentir el calor y el agua caer del cielo, simplemente porque están enfermos, o tienen algún problema físico o porque en sus corazones guardan tanta amargura que se pierden lo mejor de la vida misma.
Hazme un favor, piensa en qué sueles quejarte y analiza si vale la pena, guarda silencio y medita en todo lo que se te ha dado y permitido hacer. Haz tu reto propio, práctica como mis amigas e intenta mejorar esta área de tu vida, y cuándo aprendas a hacerlo te darás cuenta de que nada sirve quejarnos tanto, sino más bien deberíamos alegrarnos por todo, porque eso quiere decir que funcionamos, que existimos.
El otro mal hábito que compone este reto es la mentira. Sabes que estamos rodeados de personas que crean toda una película a base de sus fantasías e imaginación pero que es una completa mentira, y lo peor de todo es que aprenden a vivir de ellas. La mentira es un hábito muy cruel, a través de esta la gente es estafada (como yo), simplemente porque creímos en las promesas de un proveedor. En mi experiencia personal este acto horrible de estafa, engaño y mentira que sufrí me provocó mucho dolor, decepción y una gran frustración. ¡La burla, el engaño y la mentira destruyen vidas! Hay esposas que al ser engañadas por su pareja, entran en una gran depresión y dolor o hasta es posible decidan dejar de vivir a causa del exceso de tristeza y sufrimiento. La mentira destruye familias, relaciones, negocios, gobiernos, y más que eso destruye la integridad del ser humano, cuando mientes y te atrapan en la mentira pierdes toda credibilidad, tu honor y tu buen proceder dejan de pesar en los corazones y conceptos de las personas que se vieron afectadas por tu mentira.
Mis padres siempre me decían, no importa cuánto te hayas equivocado da siempre tu cara y afronta las consecuencias. Estos sabios señores, acertaron en su consejo y te lo dejo allí para que lo medites, “no importa cuánto te hayas equivocado, da siempre la cara y afronta las consecuencias” porque te aseguro que te irá mejor, al contrario de si optas por escudarte en lo falso, en lo que daña y carcome como lo es la mentira.
El último mal hábito por el cuál el grupo de amigos optaron por este reto es el enojo. Cuando llegamos a este punto pensé en la seriedad de esto, porque somos seres emocionales nos reímos, lloramos, sentimos dolor y también nos enojamos.
Quisiera mencionar las palabras de la Sra. Ana Bolaños, la promotora de este reto de los 21 días, ella decía lo siguiente: “puede ser que sientas enojo pero no dejes salir tu ira”.
Cuando no controlas el nivel de enojo en ti, al igual que la mentira puedes causar mucho daño en otros, inclusive hasta en los que amas, o en ti mismo.
Hace unos días en las carreteras de mi país, un hombre en su vehículo sonó su bocina al de adelante para que se moviera al cambiarse el semáforo, y este simplemente se bajo de su vehículo y decidió quitar la vida al que sonó la bocina proporcionándole unos disparos con un arma de fuego y así acabando con todo aliento de vida en la otra persona.
Es difícil pensar como con un asunto tan sencillo la gente opte por la violencia, te aseguro que después de esto, muchos lo pensamos antes de tocar la bocina para avisarle a algún chofer que se cambio el semáforo, porque es por medio de la ira que la gente se amedrenta. La ira genera violencia y la violencia muerte y por ende dolor.
Quizás pienses que existen muchos mal hábitos en los cuales tengas que trabajar, por ejemplo la crítica, el chisme, el robar, traicionar, agredir, ofender, etc.
Haz algo en este instante, se sincero contigo mismo e identifica esos malos hábitos en los cuales tengas que trabajar y ¡Empieza ya a bregar para cambiarlos!.
Procura en un día entero no mentir, no hacer chisme o enojarte y en lugar de eso haz el bien, afronta la verdad con carácter y lo que venga con esta, esto dirá más de ti como persona integra, porque todos cometemos errores, la diferencia es como encaremos la situación si para bien o para mal, con el bien creces y con el mal dañas, y así continúa con el día siguiente.
Toma tiempo para decir las cosas bonitas que puedas ver en las personas, ¡no critiques! Aún cuando esa persona no merezca que las digas, tan solo hazlo, no sabes cuánta riqueza logres con ellas.
Yo pienso que si queremos podemos marcar la diferencia, si procuramos hacer el bien, no solo contribuimos con nosotros mismos a ser más felices y plenos, sino también con los demás, pensar en positivo hará que las puertas que esperas que se abran, sean abiertas para ti, te sentirás más motivado, mas alentado y aprenderás a abrazar la vida y a dar gracias por ella y por toda la creación.
Haz tu reto hoy, ya sea con una pulsera o cualquier otro objeto que te recuerde que estás trabajando en alguna área de tu vida y proponte cambiar. Porque el mundo esta lleno de gente mala, violenta y engañosa, pero tu procura el bien y haz el bien, de esto si hace mucha falta en este planeta en el cual vivimos.
“No es grande aquel que nunca falla si no el que nunca se da por vencido”, (Autor desconocido)
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