Cuanto más liberado sea, tanto menos percibiré la pérdida. Quien venga a salvarme me quitará la angustia y la soledad. Y sin ellas no podré completarme.
Algo de arriba viene a mi encuentro y no doy ni un paso para acortar la distancia. Como casi todos, me entretengo con lo que no existe. Erosiono culturas y afectos. El reloj se paró hace tiempo, pero llegamos tarde mucho antes de que se detuviera.
Los políticos han sobrevivido a los héroes; los verdugos a los caballeros; los falsos profetas a los sabios. Seguimos respirando como peces fuera del agua, atrapados en una felicidad impuesta. Sin resolver lo de abajo y sin ir al encuentro con lo de arriba.
Creo que me iré. Y que lo haré muy lejos. A varios decenios de aquí. Más allá de la ventana, la luz se fatiga.
Ricardo García Nieto