No será para tanto…

Publicado el 07 enero 2012 por Francissco

Somos invencibles 

Los recortes son inofensivos, ya lo veréis. Nos adaptaremos, amiguetes. En las -a partir de ahora y debido a la bajada de personal- mucho más largas colas y esperas de la Sanidad Pública haremos nuevas amistades, con posibilidad para ulteriores relaciones sexuales altamente escabrosas, como mandan los cánones.

Nada como intercambiar achaques para despertar la líbido más morbosa y degenerada de una persona ¿no? Ja, ja, la que nos espera…

Continuando: las posibles bajadas de salarios conseguirán que apreciemos más la componente espiritual de la vida y aparquemos el consumismo ¿Os apuntáis a unas charlas sobre la Biblia? Venga, materialistas anticuados, con la de cosas que podríais aprender ¿Acaso no recordais la historia del Santo Job? Job (“trabajo” en español, qué curioso…) era un arribista muy bien situado en el organigrama. Y a pesar de sufrir varias reorganizaciones empresariales y reajustes salariales y jerárquicos, ni una sola queja salió de su boquita bien agradecida.

En efecto, tras cada rebaja salarial, tan solo decía: -“Mi C.E.O.(1) me lo dió, mi CEO me lo quitó”. Ahí es nada. Toda una lección de humildad y adaptabilidad para nosotros, asalariados rígidos y anticuados.

Y encima, gozaremos de un disfrute sumamente masoquista y delicioso, a saber: en cualquier momento los Santos Varones que Deciden podrían catalogarnos como “coste eliminable” ¿Y acaso no es genial? Es bien sabido que nuestro cerebro es capaz de estresarnos con bastante eficacia -a fin de cuentas es una máquina de supervivencia biológica- y el circuito de la adrenalina se mantendría, gracias a la Nueva Flexibilidad Laboral, adecuadamente engrasado.

Estamos diseñados para competir y depredar y las colas del INEM y las picarescas agilizarán nuestra inteligencia, así como la capacidad para falsificar CVs y el arte de empujar -como sin querer- al palurdo que se acerca antes que nosotros a la maquinita de los turnos.

Aprenderemos a comunicar y a vendernos como nadie. Y para ello basta con ver lo bien que lo hacen los Grandes ¿Habeis visto los telediarios recientemente? No me digais que no, barbianes, porque no me lo creería. Sé que devoráis datos como antes rosquillas. Los entes mediáticos, al servicio de las Corporaciones que les meten la publi, conocen bien su oficio y hacen storyteller del bueno.

En efecto, para que dilatemos bien los esfínteres y nos traguemos lo que haga falta, primero se montan una peli de terror diaria, a base de planos repetidos de la Bolsa, con pantallitas y números fosfito desfilando. Te sacan siempre un gráfico de la deuda, que no para de subir y subir. Y después, cuando ya te han vendido la inminencia del desastre y tienes más miedo que siete viejas, te sacan los planes de salvación…que deberás pagar tú, claro.

Si, tú, claro. Porque tú eres culpable, no importando que te hayas limitado a trabajar y santas pascuas. Porque vamos a ver: no pretenderás que las Grandes Fortunas y Empresas paguen todo lo que deben al Fisco ¿verdad que no, so bolchevique? Que con ello cubríamos de sobra el déficit es una simple bagatela, bobito. Bien claro está que cuando todo escampe y si no les hemos molestado demasiado, tendrán a bien crear inmensos centros comerciales, de esos donde puedes ver a un empleado si llevas potentes prismáticos.

Solamente si tenemos auténtica Fe en los dirigentes podremos ser felices. Está documentado cierto efecto de mejoría psicosomática en las personas creyentes, en comparación con los cínicos materialistas y con los que nunca lloraron en el cine. Aprendamos de Tim Harford, uno de esos economistas que algunos maliciosos llaman “de salón“, que ha decidido llamar a su nuevo libro “Adáptate” . El subtítulo iba a ser “Y pasa por el aro”, pero lo descartaron en Maquetación, cachis,

Un saludito con esperanza (no cínica) oh, seres plásticos y maleables.

(1)CEO: En inglés se utiliza la expresión chief executive officer (CEO) para designar al Sátrapa Supremo de la empresa.