“Así es como obra Dios”. Estas palabras, del excelentísimo alcalde de Nueva York Michael Bloomberg formaron parte de su respuesta a la pregunta de un periodista acerca de una niña sin techo que había sido protagonista en una serie sensacionalista y radical del diario izquierdista, el New York Times. Como era de esperar, casi toda la prensa progre puso el grito en el cielo para declarar que estas palabras demuestran una vez más que Bloomberg es un “malvado neocon billonario”, “frío”, que no le interesa la “gente pobre” y que niega lo mala que está la situación.
Lo cierto es que Bloomberg tiene razón. La niña en la serie del Times se llama Dasani y su situación es verdaderamente desgarradora. Pero el principal obstáculo en su triste vida no es un alcalde “sin corazón” o una ciudad de Nueva York cruel, sino una madre deficiente y un padre que no se responsabiliza por sus hijos como haría cualquier ser humano normal con sentimientos.
Sí, es verdad que Bloomberg se puso a la defensiva, pero yo le comprendo perfectamente porque he sido acusado de cosas parecidas — de que no me interesan los “pobres”, de que soy “malo”, de que soy “cruel y frío” y todos esos bonitos adjetivos que lanzan sobre mí personas que no conocen mis labores y que probablemente jamás han ayudado a nadie en su vida.
El caso de Dasani además demuestra que su problema no es una burocracia austera y “republicana” de Bloomberg: esa pobre niña y su familia (hablamos de OCHO hermanos) ya han recibido más de 1 millón de dólares en servicios de la ciudad que pagan los contribuyentes: vivienda, rehabilitación para dejar las drogas, escolarización, ayuda de la agencia protectora de niños, etc. Y eso sin contar los cupones de comida que reciben del gobierno federal de EEUU.
La gran tragedia cruel de la vida de Dasani tiene que ver con el hecho de que sus padres, LOS DOS, son drogadictos que no pudieron mantener un solo puesto de trabajo y no están dispuestos, sea por el motivo que sea, para tomar los pasos necesarios para intentar mejorar la vida de sus hijos.
Todos estaríamos mejor mentalmente si nos diéramos cuenta, si reconociéramos, que ningún gobierno puede jamás sustituir el lugar que le corresponde a unos padres amar bien y cuidar de sus hijos, poniendo a sus hijos primero siempre. Eso por no hablar del papel que juega la enfermedad mental que está en la raíz de tantos sin techo en el mundo. Muchos de los sin techo, como ya dijo una vez Margaret Thatcher, son retrasados mentales o sufren problemas psíquicos de algún tipo, emocionales, o de drogadicción. Ningún gobierno es capaz de resolver todos los problemas de los seres humanos.
Por supuesto, aquí todos estamos de acuerdo con que los municipios intenten mejorar las soluciones para ayudar a los más necesitados y humanizar un poco más la burocracia. Pero lo que dijo Bloomberg, eso de “Dasani ha tenido mala suerte en la vida, así es como obra Dios y no sé por qué” nos debería hacer reflexionar porque es la verdad. No podemos resolverlo todo, no lo sabemos todo, no intentemos arreglar todo lo que no podemos. Esto no se trata de echarle la culpa a Dios. Me imagino que si un alcalde en Europa dijera algo así, los europeos chillarían como cabras en celo. Pero de eso no se trata, no se trata de echarle la culpa a Dios. Se trata de una verdad: hay límites en la vida y hay límites sobre lo que los gobiernos pueden y no pueden hacer.
También me gustaría sumarme a las declaraciones que hizo Bloomberg en su último discurso como alcalde. Ese discurso ha provocado la ira de los sindicatos y los sectores más “laboristas” de Nueva York pero aquí somos responsables y ¿qué remedio nos queda que sumarnos a lo que dijo?
Dijo esto: “Está claro que la época dorada de los suburbs (zonas residenciales a las afueras) se acabó, y está siendo reemplazada por un nuevo renacimiento urbano como nunca se ha visto en EEUU en el que las ciudades sirven como imanes para las personas y pioneros en la política.”
Pero, avisó a continuación que “no podemos cegarnos ante los obstáculos que tenemos por delante…una crisis fiscal creciente que podría ser terrible si no tomamos medidas”.
Bloomberg se refiere a las pensiones y gastos médicos de los funcionarios urbanos. Esto podría poner en peligro el progreso de la ciudad de Nueva York y otras ciudades.
Pero lo más “duro” de sus declaraciones el pasado miércoles fueron estas –
“Estamos limitados por una camisa de fuerza fiscal y por un “complejo electoral-LABORAL que ha destrozado cualquier intento de reforma”. Esta frase evocó la famosa frase del gran presidente republicano EISENHOWER cuando advirtió sobre el problema del “complejo industrial militar” en 1961.
Bloomberg dijo que los gobiernos locales acaban siendo “prisioneros de los contratos laborales de ayer”. “No nos engañemos”, dijo, “el futuro que preocupa a casi todos los políticos electos es el suyo únicamente”, sentenció.
Personalmente, creo que la elección de gente como Bill de Blasio demuestra el creciente problema del laborismo como fuerza creciente en las ciudades americanas. Pero para contrarrestar ese descontento en el electorado, será necesario que nosotros en la derecha modifiquemos ciertas actitudes y hagamos reformas necesarias – una propuesta para el año nuevo que ayudaría iniciar ese camino y lo dejo ahí: expulsar de nuestras filas a los extremistas del “Tea Party”.