No solo de propaganda vive el lector (Reseña de 'Razones para la rebeldía' de Guillermo Toledo)

Publicado el 09 abril 2013 por Jdmora
David Sediles (@davizoaf)
'Razones para la rebeldía' es una entrevista que el periodista Pascual Serrano hizo al actor Guillermo “Willie” Toledo. Ésta fue publicada en un breve librito evitando el formato pregunta-respuesta dando así más agilidad al texto. 
El principal problema del libro es que puede dar muchas razones para la rebeldía pero pocas para leerlo. Lo que ofrece el texto es la opinión de Toledo sobre los temas más variopintos, desde el cine a la política pasando por los derechos de autor. Supongo que para un lector gran parte del atractivo del libro puede residir en su coincidencia con los postulados ideológicos de Toledo. Pero aun así ésta no aporta gran cosa sobre los temas tratados. 

'Razones para la rebeldía'
Autor: Guillermo Toledo
Editorial: Editorial Península

Para empezar, una persona mínimamente informada estará al corriente de todo lo que se denuncia en el libro por lo que no descubrirá nada nuevo. Por ejemplo es sabido que la OTAN ha cometido numerosas matanzas entre la población civil de los países donde actúa. Estas noticias se pueden encontrar en cualquier periódico y no es necesario acudir a oscuras páginas de “contrainformación” (sic) para descubrirlas. Lo que aporta Toledo es llamar terrorista a Europa, Estados Unidos, Reino Unido, Francia, España, la OTAN, el Pentágono y el ejército israelí. Todo en la misma página. 
Al final de la obra hay una, esperada, defensa de la dictadura cubana de la que alaba los logros sociales que ha conseguido. Un servidor estuvo de visita en ese país y sin ser un experto no me pareció muy logrado lo que vio allí. Pero lo importante de la mención a Cuba es la polémica que Toledo desató tras la muerte por huelga de hambre del disidente Orlando Zapata al tildarlo de preso común. Toledo en este caso no tiene problemas en creer la versión oficial de que Zapata era un preso común con un historial violento. Estas acusaciones fueron tildadas de falsas y de mera propaganda por la disidencia cubana. La paradoja se muestra cuando apenas unas páginas después Toledo, con toda la desconfianza del mundo, afirma que el 11-S fue un autoatentado o que en el mejor de los casos se conocía pero el gobierno estadounidense pero que éste no hizo nada. Me habría gustado que el libro recogiera también su opinión sobre la conspiración del 11-M. Este es uno de los pocos temas que no son recogidos. 
Así se podrían poner muchos otros ejemplos en esta línea pero sería muy reiterativo. El tono del libro se mueve de principio a fin en este trazo tan grueso que se ha ejemplificado. Aunque en defensa de Toledo hay que reconocer que ni el más sesudo analista habría sido capaz de tratar la multitud de temas abarcados en las 120 páginas de la entrevista con un mínimo de profundidad y matices. 
Pero para no quedarnos solo con lo malo, en el libro también se pueden encontrar algunos aspectos positivos. Toledo no tiene pelos en la lengua, y cuando denuncia un hecho o comportamiento no se corta en dar los nombres y apellidos de las personas que, a su juicio, lo cometen. Por ejemplo Toledo critica a actores que al crear su productora pasan a pensar como empresarios y empiezan a explotar, no solo a los actores, sino a todo su equipo (electricistas, maquilladores, etc.). Y los ejemplos que Toledo da de esto serían Imanol Arias y Emilio Aragón. 
Otro punto positivo es la experiencia de Toledo dentro del mundo del cine que le da autoridad para hablar de él enriqueciéndolo con anécdotas personales. Y de lo más interesante es la reflexión que se hace tras su experiencia personal sobre el papel de los famosos que apoyan causas y, en ocasiones, las eclipsan. O las suspicacias que le dificultan participar en movimientos sociales por la sospecha nunca disuelta del todo de que hay una búsqueda de beneficio personal detrás.