Juan Martorano.
Empezó la campaña electoral. Pero más que eso, entramos en una fase de veintitrés (23) días donde se va a definir no sólo el futuro de nuestro Gobierno, sino el de nuestra Revolución y el destino del país para los próximos años.Los factores de la Revolución, con una poderosa maquinaria electoral, empezaron con cohetazos, marchas, cantos, movilizaciones diversas. La derecha no se siente en las calles, salvo alguna que otra individualidad, y esto es muy peligroso, dadas las informaciones y la develación de los planes desestabilizadores que traman.
Sin duda lo reitero, vamos a una campaña electoral en un ambiente enrarecido. Los rumores y las “bolas” han estado a la orden del día: “Que si los sobrinos de Cilia fueron capturados por narcotráfico”, “Que si Nicolás Maduro fue de gira a Arabia Saudita y a Europa porque está pidiendo asilo porque se va”, etcétera, etcétera, etcétera. Una campaña y una coyuntura signadas por acciones de sabotaje, por campañas psicológicas, por las campañas de neurotización y disociación de nuestra sociedad, donde se pretende borrarnos las ideas, los valores y enseñanzas del Comandante Eterno y Supremo, Hugo Chávez, para sembrarnos, por una parte y del lado de la izquierda y de las fuerzas que apoyamos la Revolución Bolivariana, la desesperanza, la desmoralización, la desmovilización, la desmotivación. Una especie de reseteo de nuestro disco duro cerebral, para incrustarnos estas ideas perversas.
Por el lado de la derecha, se busca exacerbar el odio, la rabia, la hiperactividad para buscar la ansiada “pelea de perros”, y que nos enfrentemos y nos matemos. Buscarán las condiciones para que sus amos imperiales tengan todos los motivos para invadirnos. Hasta ahora, no han podido y se han limitado a sus planes de intervención e injerencia a distancia, y esto porque Hugo Chávez dejó unos buenos “corta fuegos” a través de los diferentes bloques de integración que creo, y en algunos casos fortaleció.
Particularmente, y por lo visto en esta precampaña electoral por el lado revolucionario. He visto una precampaña basada en un “casa por casa” de los candidatos y candidatas del Gran Polo Patriótico, cosa que me parece muy buena. Pero, he notado también, que nuestra precampaña se ha limitado a meros slogans, a meros videos, a expresar lo que pudiéramos perder si la derecha logra tener mayoría en la Asamblea Nacional, y por ende, lograsen derrocar a Nicolás Maduro de la Presidencia de la República Bolivariana de Venezuela. A este respecto, quiero señalar algunas acotaciones.
Sin duda uno de los grandes méritos del Comandante Hugo Chávez y la Revolución Bolivariana ha sido el rescate de la memoria histórica. Y me parece muy bueno recordar los episodios del pasado y lo que ocurría en este país cuando esta derecha maltrecha y fascista fue Gobierno durante más de 200 años en este país, después de la traición a Bolívar. Y de hacer ejercicios hipotéticos y de prospectiva de lo que pudiera ocurrir, como ya lo expresé en el párrafo anterior, lo que pudiéramos perder si la derecha no sólo llegase a ser mayoría en la Asamblea Nacional, sino derrocar a Nicolás Maduro de la Presidencia de la República, y por ende, yugular el ejemplo de la Revolución Bolivariana en el poder político.
Me parece, y lo reitero de la manera responsable y respetuosa, por manejar la semiótica y en algo los complejos sistemas psicológicos y neurológicos de nuestro cerebro. No me parece que el término “Ganaremos como sea” sea el más apropiado, por ser tan ambiguo y que permite interpretaciones muy subjetivas y particulares, además de enviar un mensaje contradictorio a nuestras bases. Si convengo en usar ese término en los siguientes casos: Como un juego de palabras para un slogan, como por ejemplo: “Sea como Sea, el Pueblo a la Asamblea”; o para definir ciertos y determinados contextos. Por ejemplo, no es igual decir que “Ganaremos como sea” a decir “Defenderemos la Revolución Bolivariana como Sea y en el terreno que sea”. ¿No sé si se ven la diferencia?
Además de ello, nuestro Comandante Supremo y Eterno, Hugo Chávez, ni en el peor de las circunstancias ni en el peor de los escenarios, usó esa expresión desde el punto de vista electoral de “Ganar como Sea”. Los mensajes del Comandante siempre fueron claros a las bases revolucionarias. Tampoco me parece usar el término de “Voto Castigo”, puesto que si bien la intención que le ha querido dar el Presidente Maduro es de que el castigo sea para esta derecha que tiene altísimas responsabilidades en la crisis actual que vivimos, pero psicológica y culturalmente el voto castigo está asociado a “malas gestiones” y en contra de los gobiernos, independientemente del signo ideológico que profesen. Expresé en su momento, que las palabras y ciertos códigos tienen poder y pueden reforzar mecanismos de dominación, y en este caso, la campaña adversaria. ¿O será que los asesores de nuestro Comando de Campaña Revolucionario no manejan esto?
Pienso que en estos casi veinte días de campaña, y sin dejar de hacer las críticas y autocríticas necesarias a errores y fallas que hayamos cometido como Gobierno y como Estado, debemos asociar nuestra campaña en lo propositivo, en la batalla de ideas, en que además de advertir de los peligros, de las amenazas y de lo que podemos perder si dejamos que nuestras molestias y rabias priven por encima de la conciencia, tiene que además, centrarse en lo que los revolucionarios y revolucionarias defenderemos en la batalla que escenificaremos dentro de veintitrés días.
Como una primera idea, defenderemos nuestro modelo de inclusión, defender la construcción del Estado Democrático y Social de Derecho y de Justicia que aún no tenemos, pero que estamos en el diseño y construcción del mismo. Defender la conciencia del deber social y la socialización de los medios de producción, para la satisfacción de las necesidades de nuestro pueblo, incluyendo a los que cultural e históricamente estuvieron excluidos sin excluir a los que ya están incluidos.
Defenderemos el Gobierno de la Eficiencia en la Calle y la retoma del Parlamentarismo Social de Calle. No sólo el pueblo gobierna, sino que además crea y diseña sus propias leyes, aplicando la máxima de Simón Rodríguez, de nuestro Samuel Robinson de “O inventamos o erramos”.
Defenderemos y consolidaremos nuestra Independencia y la Patria Socialista. No volveremos a un país postrado y arrodillado a los dictámenes del Fondo Monetario Internacional (FMI), del Banco Mundial (BM), ni de la Organización Mundial del Comercio (OMC). Somos un país soberano, libre e independiente, que es la mayor conquista que nos dejó nuestro amado líder, Hugo Chávez.
Defenderemos y cuidaremos, no lo que hemos logrado con el Comandante Chávez, sino que defenderemos y cuidaremos lo que vamos a hacer y que no nos cierren las puertas del futuro, la Venezuela que estamos comenzando a vislumbrar.
Defenderemos nuestro derecho a vivir en paz, pero una paz que conquistaremos y lograremos en base a la justicia social. Defenderemos nuestra convicción de que sólo con la Revolución Bolivariana y de la mano del liderazgo del Presidente obrero y chavista Nicolás Maduro, hay futuro.
Defenderemos las más de tres millones de pensiones a nuestros viejitos y viejitas, jubilados y pensionados que están viviendo su futuro. Defenderemos las casi siete millones de “canaimitas” entregadas a nuestros niños, niñas, adolescentes y jóvenes universitarios. Defenderemos nuestra Misiones y Grandes Misiones. Defenderemos nuestros logros y conquistas.
Pero, por sobre todas las cosas, defenderemos y juramos preservar el legado de amor, el legado de Revolución, de entrega de nuestro camarada, hermano, padre, líder, compañero, amigo de nuestro Comandante Hugo Chávez. Pero sobre todo, juramos y defenderemos nuestra paz, nuestra justicia, nuestra libertad.
Creo que estas son algunas de las razones sagradas por las cuales dar esta batalla en unidad, para luchar y estar siempre en victoria en victoria, pese a las adversidades, pese a las dificultades, pese a los obstáculos, pese a las acciones de sabotaje, a las acechanzas, a los peligros y a las amenazas. Si Bolívar fue el “hombre de las dificultades”, nosotros y nosotras, sus hijos e hijas, como dignos herederos y herederas de sus glorias, somos también el “pueblo de las dificultades”.Vendrán días muy turbulentos y no exentos de peligros, pero, pase lo que pase, siempre saldremos victoriosos y victoriosas.
Que se dé un debate de altura y de ideas. Y que el 6 de diciembre de 2015, que escoja pues el pueblo entre el imperio y la Patria.
¡Bolívar y Chávez vive, y sus luchas y la Patria que nos legaron siguen!
¡Hasta la Victoria Siempre!
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!
jmartoranoster@gmail.com @juanmartorano