También en esta situación solo observaríamos la mitad de los actos corruptos que cometen los gobernantes, ejemplo el manejo indiscriminado de los recursos de los ciudadanos en aras de mantener a sus grupos al frente de los puestos públicos y si se llegan a filtrar conversaciones telefónicas de inmediato descalifican la escucha señalando que es de manera ilegal, y me pregunto ¿Y el contenido? ¿Porqué no hay acción penal y son destituidos de sus cargos estas alimañas cuando se les conocen esos deslices o ilegalidades?
No solo somos un país de tuertos, somos un país de mochos que no tiene tamaños para sublevarse -u organizarse, sería mejor dicho- ante los abusos del poder público.
El cartón es cortesía de Reyma de El Universal de Venezuela.