No son las redes sociales, ¡Es el marketing, estúpido!

Publicado el 10 septiembre 2010 por Raulalgo

Cuando oigo hablar a estos gurús advenedizos, que aprendieron a utilizar Twitter y creyeron que habían encontrado la solución a todos los males de esta sociedad, me acuerdo de una anécdota que me contaba un hermano marista. Estando hablando dos de sus colegas uno presumía: 'Pues yo, de la gente a la que di clase uno llegó a ministro, dos fueron alcaldes y uno hasta fue cantante.' A lo que el otro contestó: 'Pues yo, de mis alumnos he tenido también a un drogadicto y dos que acabaron en la cárcel.'

Esos expertos son como el primer hermano. Están tan enamorados de su nuevo trabajo, de su nuevo cargo (Comunity Manager lo llaman) que sólo te saben contar los casos de exito, en los que una buena estrategia en redes sociales ha potenciado el negocio (que los hay). Se les llena la boca contándote que al buscar 'IKEA' en Google, lo primero que aparece a continuación del enlace a la página oficial es la queja de un microsiervo descontento con su servicio, como si eso hiciera tambalearse su reputación, pero parece que no ven cómo aquí, en el mundo real, la gente sigue comprando muebles en el IKEA que pese a la crisis tiene planes para ampliar su presencia en España.

Porque también hay un chico malo en estas historias. Un alumno de los del segundo hermano. Ryanair no tiene la mejor reputación, leed los comentarios de su página de Facebook si tenéis alguna duda. Sus aviones no son cómodos, te cobran por usar el baño, convierten la cabina en un mercadillo durante el vuelo y hasta pretenden que viajemos de pie y sin copiloto. Su página web es fea y está completamente aislada del resto de Internet: no aparecen vuelos de Ryanair en los buscadores de vuelos baratos y ya de compartir una oferta con nuestros amigos a través de redes sociales casi que ni hablamos. Por medio del boca a boca he oído de todo de esta aerolínea, hasta que se pasaran por el arco del triunfo la normativa Europea en este ámbito y pasaran de indemnizar a los viajeros de uno de sus vuelos cancelados. Pueden llegar a jugar peligrosamente el límite de la publicidad engañosa cuando etiquetan como 'Oslo' un aeropuerto que está a más de dos horas de dicha ciudad.

Si miramos a esta situación con los ojos de un Comunity Manager parece incomprensible que esta empresa pueda superar a Iberia como la mayor aerolínea en España y sin embargo así ha sido. Pero tranquilos, no se está violando ninguna ley de la termodinámica, la explicación mucho más sencilla. Porque el error es ver a todo esto de las comunidades online y demás zarandajas sociales en lo más alto de la pirámide, cuando son sólo una parte de lo que de verdad proporciona resultados a una empresa: el marketing. Ryanair puede tener una reputación malísima, que seguiremos pidiendo vuelos en nuestra ciudad por una razón muy sencilla: los billetes de Ryanair son baratos, MUY baratos.

No son las redes sociales, ¡Es el marketing, estúpido!

Michael O'Leary, Presidente de Ryanair