Ellos son tus amigos.
Ellos son tus primos
Ellos son tus tios.
Ellos son tus hijos.
Una foto se hace viral y la veo en mi instagram, son tres mujeres en el suelo llorando, unas se sostienen a las otras, son las amigas de Micaela, una de las mujeres asesinadas en estos días. La foto me conmueve, no me imagino una amiga muerta, mucho menos víctima de un feminicidio. ¿Cuántas amigas están sin su amiga a esta altura?, me pregunto.
A Micaela, despues de matarla, el femicida la quiso quemar en la parrilla, para despues tirarla por ahí. Despues una nena de 10 años es asesinada en un intento de abuso sexual y, tambien quemada, antes, solamente unos días antes unos tipos violaban a una mujer y mataban al hijito de 4 años, y después en el medio ya no puedo contar cuantas más murieron. No soy promotora de exponer los detalles morbosos, casi siempre cuando leo notas me quejo de eso, pero estamos asistiendo a un espectáculo de la crueldad que me parece necesario poner en palabras: quemar, parrila, desparramar cuerpos. La maquinaria de la crueldad tiene nombre, y se llama patriarcado.
Los medios que estuvieron hace poco compartiendo hasta que comían los rugbiers en la cárcel, ahora comparten los noticias de mujeres asesinadas, como sección, a lo sumo aparece algún “especialista” y hablan de psicópatas, moustros, le otorgan una otredad a esos varones, como si no fueran parte de nosotrxs, como si fueran marcianos, entonces la noticia pasa. Un solo hecho de estos, no todos los que pasaron en estos días, uno solo debería poner un párate social, una pausa, un decir no podemos ser esta humanidad, pero no pasa, ahí están los medios hablando de “mosutros”, y entonces seguimos contando. No podemos reponernos de una que aparece otra,
Y nosotras las feministas, dentro de nuestros feminismos sabemos que no son la otredad, que son parte de nuestra sociedad, de nuestros vínculos, de nuestro cotidiano. No queremos decir que son moustros, son varones criados por esta sociedad.
Entonces me pregunto ¿Quiénes son ellos?
El tipo acusado del femicidio de Micaela, tiene cuenta de twiter, como la tengo yo ¿habré interactuado alguna vez con él? Además tiene una vida social, amigos, amigas, tiene familia, su madre y padre sacaron un comunicado expresando su dolor por la situación. Nada de moustro, vive entre nosotrxs, quizás tenia alguien tuit de machismo “bajo” y entonces decía “me rio de las mujeres hablando de futbol”, tenía me gusta o fav como se diga en esa red social. Una foto en cuero en el mar, sonriendo.
El tipo acusado de matar a la nena de 10 años, era su primo, una persona de su confianza, lo miro en fotos y no me parece nada extraño de las fotos que veo siempre, sonriendo en modo selfie.
El tipo acusado de violar y matar a un nene de 4 años menciona un padecimiento mental, pero hasta donde yo sé eso no mata.
¿De qué moustros estamos hablando? Porque no los veo, yo veo varones que acuden a sus abogados, que dicen “me mande una cagada”, varones que están entre nosotrxs, pero no veo ninguna deformidad irreal que me haga pensar que no son de este planeta que habitamos. Tiene familias, tienes amigxs, instituciones estales a su alrededor, son parte de la vida, de una vida cotidiana con otrxs. Son hijos, primos, amigos. Criados por nosotras, por nosotres, que tenemos nuestros medios donde debatirnos.
Es urgente que empiecen a debatir las masculinidades en todos los ámbitos, no alcanza con decir por una red social que están a favor de nuestro movimiento, no alcanza con que se sientan incomodos, tienen que ir a la práctica, a desafiar sus propios espacios, interpelar a pares, romper los pactos masculinos, que se hagan preguntas en los grupos de amigos, de los pibes que juegan al futbol, en todo lados, como forma preventiva, que escuchen cuando alguien dice a la ligera “yo la mataría”, y que activen las alarmas.
Porque no son moustros, están entre nosotrxs, ahí exponiendo sus micro machismos, y todos piensan que sus amigos no, que sus familias no, hasta que te das cuenta que no son seres de otro planeta, que podrían ser:
Tus amigos.
Tus primos,
Tus tios.
Tus hijos.
Y así la lista sigue. Como sigue la de mujeres asesinadas.