No soy la Bella Durmiente

Publicado el 01 mayo 2014 por Carmencano Carmen Cano Díaz @LibrosEscondido

Esta historia empieza con un gato llamado Tesoro.
Aunque, como empieza de verdad, es con la chica que le gusta al chico que cuida de Tesoro.

Y no es una historia de “chico conoce chica…”, porque Sergio y Sofía ya se conocen, mucho; de hecho fueron novios en el instituto. Pero han pasado diez años sin verse. Y ahora viven de nuevo en la misma ciudad, y a él se le ha ocurrido mudarse al mismo edificio, y visitarla en el trabajo cada dos por tres… Y su vecino tiene un gato, y viaja mucho, y precisamente durante uno de esos viajes empieza esta historia.

Fin de semana del 25 de julio de 2010. Año Santo Compostelano. La ciudad de Santiago llena de peregrinos, turistas y paisanos dispuestos a festejar día y noche.. Y unos intrusos intentan entrar en casa del vecino del gato. Y todo termina por liarse…
Sorpresas, robos, persecuciones, diamantes en bruto, amigas bienintencionadas, novios olvidadizos, policías mosqueados, extranjeros sospechosos, gatos desquiciados, familiares extravagantes, sol, playa, pimientos de Padrón, tarta de Santiago…

Y Sergio y Sofía… que ya no pueden resistirse más a su destino.

Esta novela me llamó la atención porque la autora que la firma normalmente escribe novela histórica. Se trata de una novela amena y fresca para pasar una tarde entretenida. Es una novela sin muchas complicaciones aunque si con algún que otro enredo. Es una novela que me ha sorprendido porque normalmente Teresa Cameselle nos sorprende con novelas con un claro marco histórico. Me ha gustado bastante porque no me esperaba nada de ella. A veces leer sin espectativas es lo mejor porque disfrutas mucho más de los libros, vas sin prejuicios sobre si la novela te va a gustar o no.

No sabía que me iba a encontrar de esta novela con un titulo tan de cuento. O no tan de cuento. Siempre he asociado a la “Bella durmiente” con el cuento infantil y con la película de Disney. Aquí la autora le da un significado distinto pero creo que muy acertado. No voy a revelarlo porque sino la novela pierde toda su gracia.

La novela nos presenta a una joven llamada Silvia, que tiene una agencia de viajes, pero a la que le da pavor subir a un avión. Silvia es una joven atractiva, simpática, entusiasta y cercana. Silvia tiene un casero que esta de viaje y ella para hacerle un favor decide quedarse cuidando de su gato llamado Tesoro. A Silvia me ha costado cogerle el punto porque me parece al principio algo indecisa. Sobre todo porque tiene más paciencia que un santo, sobre todo al esperar a un “novio” que es un poco cretino. Aunque después reconozco que después me ha ido cayendo mejor.

En el mismo edificio que ella vive Sergio, un traductor, muy guapo, atractivo y simpático. Tiene mucho éxico con las mujeres. Ella y Sergio se conocen de antes, ahora son amigos pero en su momento fueron algo más. Sergio me gusto desde el primer momento, es de estos personajes algo playboys que son tan encantadores que te roban la sonrisa y ya te han conquistado. Los diálgoos que mantienen ambos son de lo más entretenidos; ambos viven en un continuo coqueteo y flirteo que parece inocente pero no lo es del todo. La relación que surge entre ellos es de lo más previsible, pero no por eso menos entretenida. Se ve venir un poco pero eso no quita interés a la trama.

La novela transcurre en Santiago de Compostela, ciudad que podemos conocer gracias a las descripciones de la autora. Es una ciudad que conocí y me enamoró cuando estuve hace dos años. Me ha gustado mucho reconocer los lugares en los que transcurre la novela. Otro aspecto positivo de la novela son los personajes secundarios sobre todo las compañeras de agencia de Silvia. Son muy divertidas, campechanas y una de ellas algo atolondrada. Me hicieron reir con algunas de sus ocurrencias. También podemos encontrar algo de intriga, sobre todo porque el casero de estos dos tortolitos les mete en algun  que otro problema  a causa de “Tesoro”, y tienen la desagradable visita de unos hombres sospechosos.

En conjunto es una novela que me ha gustado, me ha hecho pasar un buen rato e incluso me ha sacado algunas sonrisas. La recomiendo para después de una lectura muy intensa. De vez en cuando vienen bien este tipo de novelas.