En Semana Santa viajamos a Estambul. Allí tuvimos la suerte de conocer a una pareja de catalanes, muy simpáticos, con los que compartimos un par de jornadas. Juntos fuimos al Gran Bazar. Ellos tenían la intención de comprar ojos de la suerte para toda la familia, así que visitamos varias joyerías para comparar precios. Como les vi tan convencidos sobre las facultades de la joya, exactamente la misma de la imagen, y aprovechando el buen precio que les hicieron, escogí también uno para mí, y desde entonces lo llevo casi todos los días con una cadena de oro.Ahora empieza la parte interesante: desde Semana Santa no han parado de pasarnos cosas buenas, no quiero extenderme, pero creedme si os digo que todo ha sido muy bueno, y que -cruzo los dedos-, aún más importante, no hemos recibido ninguna noticia mala en estos meses; siempre hablando a nivel familiar.Pues bien, hace unas semanas se me rompió el ganchito del que cuelga el ojo. Lo metí en la cartera y seguí llevándolo conmigo a todas partes, hasta que me acordé de dejarlo en la joyería para que me lo arreglaran.Hace unos quince días lo recogí, un sábado, y me lo volví a colgar de mi cadena.El martes recibí la llamada que estaba esperando de la editorial que tenía mi manuscrito."El mapa de tus sueños", la historia de Mercedes hermana de la protagonista de "La hija del cónsul", será publicado en primavera de 2012.Como las meigas, ojos de la suerte haberlos haylos.