No te entiendo. ¿Cómo que no me entiendes? Bueno, sí, te entiendo. ¡Pues no me entiendas! ¡Pero si querías que te entendiera! ¿O sea, que me entiendes por obligación? ¡No, te entiendo porque te quiero! ¡Pues no me quieras! ¡Pues no te quiero! ¡¿Pero cómo que no me quieres?!
Eso y lo de "No eres tú, soy yo", solo que al revés, porque en el fondo en las relaciones de pareja todo se da la vuelta y el revés es el derecho y no se hace nada a derechas porque la vida siempre se viste del revés.
Algo tan sencillo como eso, como la vida llevada al extremo (como si los extremos no fueran parte de la vida corriente, al fin y al cabo) es No soy yo, eres tú, la obra que mi compañera y amiga Ana Migallón representa estos días en Teatro en Cerúleo (c/ Luna, 19, Madrid).
Tengo que reconocer que si no fuera porque actúa Ana no hubiera ido. Entre otras cosas porque no me habría enterado. Y sobre todo porque soy una paleta vaga que odio trasnochar en Madrid para subir a dormir a la Sierra y madrugar al día siguiente para pegarme doce horitas domingueras delante del ordenador. Pero tengo que reconocer que fue una experiencia magnífica. Razones:
- Disfrutar del teatro de cercanías (aunque he de reconocer que cuando tu compañera-jefa te mira con cara insinuante desde su papel de strip girl, se da la vuelta y te pone el culo casi en la cara y encima descubres que la muy perra no tiene un gramo de celulitis, te sientes pelín fuera de lugar).
- Reírse, reírse, reírse.
- Reírse.
- Reírse.
- Entre risa y risa, caer en la cuenta de que cualquiera de los problemas que tienes (parejiles o no) son más comunes de lo que parecen.
- Volver a caer en la cuenta de que incluso bajo las más perfectas apariencias siempre se esconden bajezas y que los más viles personajes pueden tener tras su careta toneladas de humanidad.
P. D.: Hablando de cumplir sueños, os dejo el enlace a la entrevista que mi compi de cole Paco León me ha hecho para su blog Cumplir sueños. La web es un auténtico chute de energía para levantarse de la cama aunque fuera haga frío, llueva o nieve. Y yo no sé muy bien si aporto algo, pero está claro que sí, que como todo el mundo, cumplo sueños. Y que contarlo es mi manera de agradecer el apoyo a todas las personas que están a mi lado y que me ayudan a no rendirme, fundamentalmente tres: mi marido, mi madre y mi hermano. GRACIAS.