Todo sucedió una vez cuando Maria Gracia y yo salimos un día a su cita con el dermatólogo cuando estaba con este mal pero ya estaba sanando, aún asi su hermosa carita tenía marquitas pero ella ni enterada, en cambio la gente de alrededor sí y más si están con niños.
Estábamos tomando taxi porque teníamos cita con el dermatólogo para nuestra mala suerte era en Jesus María, de polo a polo, en fin... llegando a la clínica, tomé asiento con MG (Maria Gracia) para esperar nuestro turno y habían un montón de niños, obvio, era pediatría a lado en el otro consultorio, entonces, niños jugando, padres sentados "descansando", tv para entretener y Maria Gracia puede que este malita pero de ánimos estaba muy bien y en una de esas mi enana se me "escurre" por las piernas por querer jugar con los niños, ya que ahora que recuerdo habían globos que estaban regalando y es ahí donde escucho la voz de una madre a su hijo: "¡No te le acerques! ¡Ay! ¿Qué tendrá?" y mi hijita ni cuenta, la que puso cara de ASS (dícese de la parte trasera de una persona o animal) fui yo y con una voz sutil (para demostrarle lo que es ser GENTE) le dije: "Mi hija no tiene nada malo, no se preocupe", la señora atinó a voltearse sin darme importancia, yo conteniéndome de no mandarle un ABUKET con una patada voladora con retorno y doble encima, respiré, vi la carita de MG y dije: "no, HOY no".
Seguíamos esperando nuestro turno, yo atrás de ella para que no se toque las heriditas que por cierto estaban con costra y así ya no contagian, pero bueeeeno... vamos a la gente mal informada; nos llamaron, la doctora nos dijo rápidamente que la bebé había avanzado mucho y que le siga haciendo el tratamiento, salimos y la gente nos miraba como si fuéramos una cosa rara, atiné a irme con mi hija, porque fácil me la "ojeaban" así que la piqué sin pensarlo dos veces.
Esa fue una de esas experiencias que vale contar y compartirlas para que mas o menos sepan cómo reaccionar o fácil saber con qué clase de gente estamos lidiando, es decir, un niño con cualquier tipo de enfermedad no mide, no controla sus movimientos aún, pero un padre sí, ahora que los otros padres que tienen a sus hijos "sanos" es decir sin ninguna enfermedad, se esmeren en hacerte sentir mal o menos a tu hijo, no pues!!! eso no lo permito y creo que hay que tener empatía, ponerse en los zapatos del otro. ¡vamos! también son padres y sabemos lo que implica que nuestros hijos se enfermen y los discriminen de esa manera, SIN SABER. Una preguntita no haría mal como: ¿Es contagioso? o ¿Qué tiene tu bebé? y si no sabes lo qué es, PREGUNTA!!!!! no te quedes en la ignorancia, no contribuyamos a que nuestros hijos se queden en la ignorancia sólo porque la enfermedad "rara" nos vaya a matar. Suena tan absurdo.
Aquí está mi hermosa con sus marquitas en su bello rostro.