Torre Eiffel: inaugurada en 1889 para la Exposición Universal, ha permanecido desde entonces como el símbolo más importante de la ciudad.
Campos Elíseos, desde el Arco del Triunfo hasta la Plaza de la Concordia: la avenida más famosa del mundo recorre casi 2km desde la histórica plaza de la guillotina hasta el arco que homenajea la victoria de Napoleón sobre el ejército austrorruso del zar Alejandro I en 1805.
Montmartre, desde Moulin Rouge hasta la Basílica del Sagrado Corazón: la zona de Montmartre fue cuna de la bohemia parisina durante el s.XIX.
Notre-Dame: la catedral de Nuestra Señora, de estilo gótico, es una de las más antiguas y bellas del mundo.
Barrio Latino, con el Panteón y los jardines del Palacio de Luxemburgo: histórico barrio que recibe su nombre de los estudiantes de la Sorbona, que hablaban latín en la Edad Media.
Santa Capilla: situada en la Île de la Cité, la Sainte-Chapelle es considerada como una de las obras maestras del gótico.
Los Inválidos: el conjunto arquitectónico de Les Invalides alberga, entre otras cosas, el museo del Ejército, la Escuela Militar, el Hotel de los Inválidos y el sarcófago de Napoleón Bonaparte.
Museo del Louvre: sin duda el museo más importande del mundo.
Cementerio de Père-Lachaise: puede parecer una visita alternativa, pero lo cierto es que este enorme cementerio recibe más de 2 millones de turistas al año.
Plaza de la Bastilla: lugar de gran importancia histórica que se convirtió en el principal símbolo de la Revolución Francesa.