- Magnolia, esa es una larga historia, pero trataré de ser breve. No me gustan las largas historias…
Sebastián le cuenta a Magnolia, que esa ropa pertenecía a Lanis su ex novia, quien era compulsiva a la hora de comprar. Le dijo que no había zapatos allí, porque Lanis decía que él no era capaz de ser cuidadoso con los delicados zapatos femeninos. Le dio un ejemplo de esas discusiones tontas que surgían entorno a una accidental pisada de un zapato de Lanis tirado en cualquier parte.Mientras él hablaba, Magnolia solamente lo miraba, y notaba en su rostro una profunda tristeza. Que la llevó a preguntarle…- ¿Por qué se acabó si es evidente que aún la amas?Magnolia nunca esperaría la reacción que a continuación vería en Sebastián, quien luego de escuchar la pregunta formulada por la chica, se sentó, se tomó la cabeza con las dos manos, suspiró… Y rompió en inconsolable llanto.Ella sintió que había hecho la pregunta más imprudente de su vida. Lamentaba el estado en el que se encontraba Sebastián en ese momento, no supo qué hacer más que abrazarlo, acariciar su cabeza y llorar con él, aunque trataba de contenerse.
Luego de un momento ya estando calmados, Magnolia le pidió disculpas a Sebastián. Le dijo que no fue su intención tocar un tema tan delicado para él, que no quiso alterarlo, que no pretendía incomodarlo, y se mostraba realmente apenada por esa situación. Él le tomó las manos y le dijo:- No es tu culpa. Ni la mía. Es solamente esta vida loca que a veces nos golpea y nos aleja de lo que más amamos. Lanis murió en un accidente aéreo. Iba a Argentina a tomar las fotos para la campaña publicitaria en la que ahora trabajo. Convencí a sus jefes de que me dejaran hacerla, en honor a ella. Dejé a alguien de mi empresa a cargo. Y ya. No cambiaré la situación... pero me consuela terminar lo que ella con tanta pasión había iniciado. Aún me duele y no puedo evitarlo, aunque trabajo en eso.Luego de eso sonrió, le dio un beso en la frente y fue a la cocina a preparar un par de cafés. Después de esa explicación, Magnolia no lograba sentirse mejor, seguía sintiendo que había sido muy imprudente, que había lastimado a ese hombre que horas antes le había salvado la vida. Aunque admiraba la actitud de Sebastián.Él se sentía culpable por haber asustado a Magnolia con su reacción intempestiva, pero desde que se prometió a sí mismo no volver a hablar de Lanis, había pasado ya poco más de un año, y nunca pensó, que aun luego de ese tiempo, pudiera llegar a ese punto de descontrol y que todavía le doliera tanto.Ya en el balcón, tomándose el café, observando en silencio el reflejo del sol sobre el mar que se divisaba a lo lejos entre los edificios de aquella costera ciudad, Magnolia comenta:- Entonces… ¿No querías ser travesti?Los dos ríen a carcajadas. Sebastián escupió el café que tenía en su boca, hizo un real reguero en el balcón. Magnolia se levanta a buscar algo conque limpiar. Aún se ríe y Sebastián aún tose.Cuando Magnolia llega al balcón para limpiar el reguero, Sebastián la toma de la mano, la lleva corriendo al interior del apartamento, toma de pasada una cámara fotográfica, las llaves de su auto, las del apartamento, un par de chaquetas y salen… dentro del auto, Magnolia pregunta a dónde irán. Sebastián dice que deben ir al mar, que pronto será la puesta de sol y que los edificios del frente estorban demasiado y no dejarán apreciar ese atardecer en todo su esplendor. Ella continúa sin zapatos, pero no le importa. Ahora por alguna razón que no entiende, se siente plena y le gusta esa sensación.Esa tarde ellos vieron el atardecer, Sebastián sacó algunas fotos.Los días pasaron, Magnolia continuaba en el apartamento de Sebastián, trabajaron juntos en la campaña publicitaria 'Lanis'. Luego de terminarla, Magnolia volvió a su apartamento, ya sin ganas de morir.Con el tiempo, Sebastián y Magnolia siguieron viéndose, disfrutaban pasar tiempo juntos, se dieron cuenta de que tenían mucha afinidad.Un día cualquiera, Magnolia, decide que se irá del país.Continuará…Lee la primera parte acá.Lee la segunda parte acá.Lee la tercera parte acá.