Las deudas roban la paz, esclavizan y enferman físicamente; además hacen que la gente se vuelva malhumorada, agresiva y hasta grosera.
Muchas personas viven en una angustia inacabable, bajan de peso, permanecen con un semblante de preocupación todo el tiempo y no pueden disfrutar de su familia, por el simple hecho de que no saben cómo pagar sus deudas. No es la Voluntad de Dios que te metas en deudas.
Aquello que has pensado comprar al crédito de igual forma lo puedes comprar al contado si empiezas a ahorrar. Generando deudas lo único que encontraras es dolores de cabeza, cambios de actitud y posiblemente golpes traumáticos para tu economía. Es tiempo de empezar de nuevo.
Tal vez ya caíste en una de esas trampas y te endeudaste pero, déjame decirte que ese error casi todos lo cometen, sin embargo el detalle es que no vuelvas a caer en lo mismo, aprende a estar contento con lo que tienes.
No codicies lo que los demás o la moda te ofrece, no te metas en deudas porque te aseguro que serás esclavo de las mismas.No debáis a nadie nada. Romanos 13:8