Hay una frase que he visto pintada en más de una ocasión que dice: “Cuando vivir es un lujo, okupar es un derecho”. La constitución española, el estatuto de autonomía, la carta de los derechos humanos y la razón humana nos dice que la vivienda es un derecho. Pero como tantos derechos que hay escritos en papel, la realidad, la triste y dura realidad es que para tener una casa tienes que tener mucho dinero.
Derechos convertidos en negocio, derechos como herramienta para la avaricia de unos pocos que no piensan más allá del beneficio económico y que le importan tres leches que haya familias sin vivienda o que se les echen de sus casas.
Un reciente informe habla de que en Andalucía existen más de 600.000 viviendas vacías, es de las comunidades autónomas con mayor número de viviendas sin habitar que son el reflejo de la especulación urbanística, de convertir un derecho en un negocio. Los entes públicos se les llena la boca de VPO, pero la realidad, la puta realidad que nos golpea cada día evidencia que las VPO son igual o más caras que la de renta libre, lo que en principio parece un sueño se convierte en pesadilla.
Un caso especial es San José de la Rinconada, bastión del PSOE y faro de la socialdemocracia local, pero nada más lejos de la realidad. En uno de los últimos sorteos, cual tómbola, en un pabellón cubierto con un centenar de Rinconeros se procedió a sacar la bolita, hasta lloraban de alegría. Alegría que se tornó en tristeza cuando se toparon con la realidad y es que el banco no les prestaba el dinero o si se lo prestaba la letra a pagar era aun mayor que si se compraban una vivienda libre. OLÉ POR LOS SOCIALISTAS DE LA RINCONADA, CON DOS COJONES. ¿VPO, protección oficial?.
Y encima, Andalucía es la segunda comunidad autónoma con mayor número de desahucios, el gobierno de los socialistas, de los obreros, los pone de patitas en la calle…y se dicen de izquierdas, de izquierdas mis cojones.
De ahí, que okupar una vivienda de los bancos o de alguna promotora o constructora en quiebra sea un derecho que indirectamente nos están ofreciendo desde la cúspide del poder quienes no son capaces de entender las necesidades de su pueblo. Un claro ejemplo de lucha es el pueblo del Coronil, sus vecinos hartos de vivir en la indignidad se han lanzao a okupar viviendas vacías, y desde aquí les envío mucho ánimo y les mando otra frase que además de escrita la he escuchao en los mismos desahucios: UN DESALOJO, OTRA OKUPACIÓN.