Dicen que en la política nada está escrito y que las sorpresas están a la vuelta de la esquina, sentencia que para el caso del sol azteca, se ha cumplido a cabalidad ya que su abanderado Juan Zepeda, candidato a la gubernatura del estado de México creció considerablemente en la preferencia de los votantes. Ante ese panorama, para cualquiera que en su lugar hubiese logrado crear una campaña electoral de éxito, también le resultaría absurdo declinar a favor de otro candidato, eso fue lo que dejó ver Juan Zepeda en el cierre de campaña en Texcoco, acompañado de miles de simpatizantes cuando mencionó que era más fácil que Delfina Gómez declinara a favor de él y no al revés. En el mismo orden de ideas, lamentó que las izquierdas estén divididas según la perspectiva de Andrés Manuel López Obrador, para quien dijo “si gana el PRI, los responsables son los de Morena”, eso en virtud de los señalamientos hostiles por parte del líder nacional del Movimiento de Regeneración Nacional, quien lejos de invitar amablemente a sumarse a su partido, señala de traidores y demás adjetivos peyorativos a quien no pertenece o no simpatiza con él y su ‘proyecto de nación’.En el evento, señaló que su campaña y él mismo se caracterizaron por tener una base sólida y sobre todo limpia, sin escándalos, siempre leal a su partido y honesto en el trabajo que lo precede. Aplicó la de “no se puede tapar al sol con un dedo” ya que efectivamente, cuando la élite política no sólo del estado de México, sino del país entero, apostó porque el PRD no tenía candidato ni estructura para una contienda como la que ahora termina, desde Nezahualcóyotl resplandeció el que hizo suya la frase “¡no vengo a ver si puedo, sino porque puedo, vengo!”Ahí mismo envió un mensaje claro y directo al candidato tricolor “no vengo a buscar chamba y si gano, no voy a integrarte a ti, ni a ningún priista” esto luego de referenciar que Alfredo Del Mazo, mencionó en una entrevista -que una vez ganada la gubernatura, invitaría a Juan Zepeda a integrarse a su gabinete-.
Los gritos de repudio al PRI así como las loas al PRD, retumbaron en Texcoco ya que los ahí presentes, a pulmón abierto dieron muestras del apoyo incondicional tanto al PRD como a su candidato.
Algo que también es digno de mencionar, es la sencillez y la cercanía que Juan Zepeda tiene con la gente, siempre sereno, con la cara y la mirada limpia, como es su costumbre al terminar los mítines, caminó entre sus simpatizantes, sin guaruras, sin vallas de contención, sin más pretensión que la de sentirse arropado por quienes en ese momento y desde hace mucho tiempo, ven en Juan Zepeda a un político del pueblo y para el pueblo, un funcionario que se dedica a servir a quien representa.