No voy a hablar de política. Tampoco de economía que parece que casi viene a ser lo mismo. Sé que es el tema que ha copado la actualidad informativa esta semana, en los medios de comunicación convencionales y en las redes sociales, en las tertulias de cafetería, en las charlas con compañeros de profesión, en los últimos post que habremos escrito… Pero hoy no me apetece. Me rebelo. Necesito oxigenar las neuronas y el espíritu. Aire puro.
Prefiero, simplemente, dejar aquí constancia de una humilde invitación a la reflexión a través de la lectura de los clásicos. Afortunadamente, hay mucho donde elegir, si bien, en esta ocasión, me gustaría animarles a que se relean, por lo menos algunos fragmentos, de “La rebelión de las masas” de Ortega y Gasset. Esta obra, que data de 1930, se refiere a la importancia de la opinión pública con reflexiones que ilustran los cambios de opinión que se producen en ocasiones en nuestra sociedad de forma masiva. También habla de las diferencias entre el poder o la autoridad y el liderazgo. Describe, además, a una población gigantesca que no tiene la cultura necesaria para manejar el complicado mecanismo de la técnica moderna, un hombre-masa que se conforma con la sociedad del bienestar a la que cree haber llegado, que no quiere profundizar en sus conocimientos, que rechaza deberes y que sólo reclama derechos. Frente a este hombre-masa, Ortega y Gasset se refiere a las minorías selectas pero no refiriéndose a diferentes clases sociales sino a otra clase de hombre que no se conforma con lo establecido y que se exige a sí mismo y a la propia sociedad más que los demás. Es, en mi opinión, una lectura interesante con la que podremos estar de acuerdo en algunos aspectos y en desacuerdo en otros pero que, en cualquier caso, nos invita a la siguiente reflexión: ¿Hemos superado ya la época del populismo?