La principal razón para que se retire pronto es el profundo deterioro de su imagen, que él, a pesar del relativo éxito económico y de su creciente brillantez como parlamentario, no ha podido limpiar. Su perfil como político está inevitablemente dañado hasta para sus votantes más fieles, muchos de los cuales lo votan con la nariz tapada y porque creen que es el menos malo.
En términos técnicos, su imagen está definitivamente deteriorada y ya resulta imposible de regenerar, dada la intensidad y profundidad de sus vínculos con la corrupción, la mentira, el incumplimiento de sus promesas y su pasividad y cobardía ante los problemas y desafíos.
A pesar de las muchas y sólidas razones que aconsejan su retirada, él quiere seguir presidiendo su partido y el gobierno de España, convirtiéndose en un obstáculo serio para la necesaria regeneración de la política y la nación española.
No te presentes, Rajoy. Hazlo por salud democrática. Recuerda como José María Aznar renunció voluntariamente a presentarse para un tercer mandato y mira también cómo en numerosos países del mundo existe la limitación de mandatos que aconsejan la democracia, la experiencia y la comprobada veracidad de la sentencia "El poder corrompe".
Francisco Rubiales