Él no recuerda su propio nombre. No sabe de dónde proviene. No logra recordar cómo llegó a Berlín y cuánto hace que vive en la calle. Los sin techo con los que vagabundea por la ciudad lo llaman Noah, porque lleva ese nombre tatuado en la palma de la mano.
La búsqueda de sus orígenes se convierte en un desafío para Noah. Para él y para toda la humanidad, porque Noah es el elemento principal de una conspiración que pone en peligro la vida en el planeta y ya se ha cobrado diez mil víctimas.
Gracias a Ediciones B por el ejemplar.
¡Hola gente! ¿Cómo están? Yo acá ando, intentando pasar la mayor cantidad de reseñas que pueda con mucho calorrrrrrrrr *se derrite*. Intentando ponerme al día para comenzar el 2015 con todo y con muchas sorpresas para todos: para ustedes y para mí. Nuevos desafíos se vienen, así que deséenme suerte :P
Yo estoy acá en 1910 programando esta reseña, así que no se asusten si alguna que otra cosa no es coherente (?) soy el fantasma de las Navidades Pasadas, y seguramente esté haciendo alguna que otra cosa para el 2015. Así que agarrate Catalina (?)
Bien, pasando a esta reseña... no creo que sea muy larga. La verdad es que no tengo muuucho para decir, y aquellos que me tienen de amiga en Goodreads sabrán por qué. Y espero que, aunque me tengan agregada, lean la reseña :P
Lo más gracioso de esta situación es que, el mes en el que como novedad estaba Noah, la única que tenía decidido pedir era este libro. En serio. Es como que estaba decidida a leerlo, aunque no quise buscar más que lo que dice en la reseña para no hacerme demasiadas expectativas. Y doy gracias que no lo hice,porque me hubiera pegado un porrazo de cómo me las hubiera bajado.
Noah es un libro con una portada demasiado tentadora, al igual que las opiniones de todos los autores que se mencionan y demás... pero, al menos para mí y para lo que interpreté de toda mi lectura, es muy engañosa. Porque sí, Noah comienza como un vagabundo sin pasado y sin futuro, sin memoria, sin absolutamente nada... pero pocos capítulos después todo cambia.
"Ni siquiera quieren perder la vida aquellos que ya no reciben nada de ella."
Si bien sabemos desde un principio que Noah está vagabundeando porque se dio así pero en realidad no es nada ni parecido a un homeless, los hechos que se van develando y cómo se fueron dando las cosas no me parecieron para nada atractivos. Ni creíbles.
Como dije en Goodreads, sentí que estaba leyendo plástico: la estructura es suave y parece muy consistente, pero cuando lo masticás tiene un gusto feo. Porque la idea original me pareció súper copada y casi sin errores, pero cuando lo empecé a leer encontré muchos huecos que por más que le suplicaba a Fitzek que los llenara no lo hacía. Jeez.
"No recuerdo qué he olvidado."
Creo que hubo demasiados elementos sin utilizar (o haciéndolo muy poquito) que me hubiera gustado mucho más haber encontrado en la novela. Entre ellos, el que más me indigna es la historia de la familia de las chabolas de Filipinas: TODOS recalcan la forma en la que Fitzek da cuenta de los dramas sociales y demás... what? La verdad es que esto prácticamente no lo vi en el texto: creo que hay menos de diez capítulos dedicados a la gente pobre de las chabolas y mil sobre los científicos que aparecen en la historia y demás. Para mí hubiera sido mucho más interesante la historia de esta familia atravesada por Noah (es decir, 90% de Filipinas y 10% Noah).
Creo que el libro es una catarsis constante del autor que me alcanzó a hartarme en varios momentos. No sólo al final, donde él como autor habla de problemas ambientales, sus causas y sus consecuencias, sino que utiliza a Zaphire como un canal para contar todos estos temas. Y es que es aburridísimo tener que leer un monólogo de tres carillas del viejo sobre ambientalismo; hubiera estado buenísimo que el autor nos deje entrever estos problemas de alguna otra forma no tan directa y pesada.
Como comentario final, me molesta mucho que se use el término "eutanasia" para definir el proyecto Noah. Si nos fijamos en Wikipedia (simplemente ahí, eh), la eutanasia es "la acción u omisión que acelera la muerte de un paciente desahuciado, siempre con su consentimiento, con la intención de evitar sufrimiento y dolor". Osea, OSEA. Es absolutamente todo lo contrario al proyecto, y cada vez que Noah la usaba me daba ganas de pegarle. En serio, me pone histérica que usen términos tan importantes como si fuera tal cosa, y encima mal.
En fin. Creo que es una lectura agradable para aquellos que les encanta la acción; yo me esperaba algo totalmente diferente, pero quizás a esas personas les guste.
Creo que toda mi opinión es algo resumible en la frase que puse en Goodreads: menos peli de Bruce Willis y más documental de Encuentro.