Noby, un robot niño.
En megatendencia nos da cuenta de la investigación llevada a cabo por un equipo de investigadores japoneses que han creado un robot con forma de bebé humano, diseñado para imitar el comportamiento y el desarrollo de los más pequeños.El robot bebé, bautizado como Noby, servirá para comprender mejor como aprenden y evolucionan los niños de nuestra especie.Noby tiene el aspecto de un bebé de nueve meses de edad: mide 71 centímetros de alto y pesa casi ocho kilos. ( la verdad que es feo y poco real). Su piel es suave y su cuerpo, flexible, se mueve de forma parecida a los bebés humanos, retorciéndose y tambaleándose ante cualquier objeto que le resulte llamativo, como un sonajero o un muñeco.Pero, a diferencia de los bebés reales, Noby cuenta con 600 sensores que están instalados por todo su cuerpo. Gracias a ellos, puede 'sentir' el contacto físico con las personas que lo rodean, por ejemplo, y reaccionar a dicho contacto.Por otra parte, Noby lleva instalados en su cabeza micrófonos y cámaras que hacen las veces de ojos y oídos, y que le permiten 'ver' y 'oír'. El robot está, asimismo, conectado a un potente ordenador.Los investigadores japoneses están utilizando a Noby para probar teorías acerca del desarrollo humano, explica en la revistaPhysorgel director del proyecto de creación de Noby, el profesorYasuo Kuniyoshi, de laUniversidad de TokyoNoby es uno de los robots humanoides desarrollados dentro del marco de un proyecto más amplio, liderado porMinoru Asada, un ingeniero especializado en robótica y profesor de laUniversidad de Osaka. Este proyecto ha sido fundado por la Agencia Japonesa de Ciencia y Tecnología, laJSTLa creación de robots con forma humana resulta esencial para los ingenieros japoneses, que pretenden conocer ciertas características del ser humano a través de réplicas robóticas.Según los investigadores, el ser humano aprende y desarrolla diversas funciones en su proceso de crecimiento, pero el mecanismo exacto para que esto se produzca aún no ha podido ser explicado.Los científicos esperan que la recreación artificial de los procesos cognitivos más tempranos permita comprender dicho mecanismo, y que esa comprensión ayude a su vez a desarrollar robots con comportamientos más complejos, destinados a convivir con los individuos de nuestra especie en el futuro.