La noche de San Juan es una de esas tradiciones ancestrales y mágicas que se caracteriza por multitud de hogueras que iluminan gran parte de nuestro planeta. Fuego y agua para purificar y bendecir lo espiritual del ser humano.
Desde el más remoto de los tiempos nuestros antepasados consideraban al sol como su dios. Y aunque nos parezca difícil de creer, ellos ya se fijaron en la posición que mostraban los astros durante el día y la noche en ciertos días del año. Se dieron cuenta que el sol, a partir de ciertas fechas perdía fuerza y los días se iban haciendo más cortos; o renacía y los días iban siendo más largos. A estas dos fechas se les llamó, más tarde, solsticios de verano y de invierno (21 de junio y 21 de diciembre). Obsesionados porque pensaban que el sol estaba enamorado de la Tierra y no la quería abandonar intentaban ayudarle a través de ciertos rituales. Y utilizaron el fuego como representación de la fuerza y el apoyo que intentaban mandar al sol.Estaban convencidos de que el fuego destruía las enfermedades y ahuyentaba los malos espíritus. Por eso no tardaron en dar otro sentido más profundo a este ritual añadiendo hechizos y conjuros mágicos a favor del cultivo, la lluvia, el amor y la salud.Fueron los celtas los que mostraban mayor pasión por celebrar esta noche mágica. Querían homenajear al sol y darle las gracias por dar energía y calor a los cultivos, animales y seres humanos.Una representación de estos rituales los podemos encontrar en el pueblo de
Beltane (Escocia) durante el mes de mayo. Encendían grandes hogueras en honor al dios Belenos que era el representante de la luz, el sol y el fuegoEstas hogueras eran saltadas por los muchachos más ágiles con largas pértigas. Con ello se aseguraban una vida próspera y tranquila. Incluso los druidas obligaban a sus animales a cruzar el fuego para protegerles de futuras epidemias y enfermedades. A partir de aquella noche se iniciaban las cacerías, los cultivos, las guerras y el pastoreo.Los druidas concedían valor especial al trébol de cuatro hojas y al muérdago. Buscaban desesperados el primero por considerar que tenía propiedades amorosas.
Durante toda la noche danzaban y cantaban. Al amanecer terminaban el ritual con un baile sagrado y con un grito prologando parecido al “ijujú”.El dios Beleno pasó como tal a la mitología griega, irlandesa y asturiana (Beleño, concejo de Ponga).Los griegos celebraban sus fiestas en honor al dios Apolo. Encendían numerosas hogueras que debían saltar tres veces para conseguir protegerse de los espíritus malignos. Estaban convencidos de que el solsticio de verano era una puerta de entrada a otra dimensión creada especialmente para los hombres, mientras que el solsticio de invierno era una puerta que solo podían atravesar los dioses.A los griegos también les gustaba recolectar antes de la noche del solsticio ciertas plantas que consideraban con propiedades curativas. Muchas fueron las culturas que siguieron celebrando con el fuego el solsticio de verano. Con la llegada del cristianismo estos ritos paganos sufrieron una transformación.Los cristianos también consideraban al fuego como purificador del ser humano. Las llamas alejaban al diablo y los pecados. Con el fuego y el agua obtenían la paz espiritual. El sol abrasaba los cultivos si era muy intenso; también provocaba sed en los animales y los seres humanos. El equilibrio lo encontraron en el agua. Este elemento regaba los campos para que fueran más fértiles y aliviaba la necesidad de los animales y los hombres. A los cristianos les gustaba decorar la superficie del agua donde iban a bañarse con flores frescas y ramas recién cortadas. El origen de la fiesta cristiana se halla en el momento en el que Zacarías mandó prender una gran hoguera cuando se enteró de que su mujer se hallaba en cinta. Era la forma de avisar, a través del fuego, a sus familiares y amigos de la buena nueva. Durante la noche del solsticio de verano nació San Juan Bautista. Un hombre que dedicó su vida a bautizar en el río Jordán a través de la inmersión. El simbolismo del agua lo encontramos aquí: el bautizado renacía a la vida purificado y limpio.La fiesta de esta noche mágica pasaría a celebrarse el 23 de junio.
La gran referencia europea en cuanto a las celebraciones de la noche de San Juan la encontramos en Stonehenge (Inglaterra). Un lugar lleno de misterios y leyendas que han perdurado a través de los siglos y que siguen completamente vivas.Existen muchos estudios diferentes en cuanto al origen de estos monumentos megalíticos que están formados por 15 rocas que pesan entre dos y cinco toneladas y que forman un santuario de 104 metros de diámetro.En la Edad Media recibieron el nombre de “Danza de Gigantes” porque decían que eran hombres muy grandes que habían sido petrificados por algún poderoso mago como castigo a alguna acción.Otros druidas defendían la creencia que había sido el propio mago Merlín el que las había trasladado desde Irlanda para construir un gran santuario en honor de multitud de fallecidos.Y nos trasladamos a principios del siglo XX cuando un astrónomo descubrió un gran secreto sobre Stonehenge: si se colocaba en la piedra que representaba el altar y miraba hacia el monumento megalítico más alejado podía predecir, casi con exactitud, el lugar por donde iba a salir el sol el día del solsticio de verano.Actualmente miles de personas se reúnen en este santuario durante la noche de San Juan para pasar la noche más corta del año y dar la bienvenida al sol con canciones, danzas, música, bebidas y rituales.Más allá de las celebraciones paganas o cristianas existe un gran deseo de recibir el verano con buenos augurios y mucha energía positiva. Si comenzamos a recorrer las regiones de España donde se celebraba la noche de San Juan podemos observar curiosos rituales ancestrales y algunos… ¡macabros!Creencias, supersticiones, rituales…El enramado era una costumbre que se celebraba en muchas regiones de España. Con este ritual, los muchachos pretendían conocer a su pareja; deseaban curarse de enfermedades o pedían por la salud de toda la familia.Existían creencias como que las cenizas obtenidas de las hogueras tenían propiedades curativas para las enfermedades de la piel.O que el agua de los ríos y manantiales estaban bendecidos esta noche por los cultivos que se regaban con esta agua. Y no solo los campos, si no que, las personas que se bañaban desnudos y de espalda al agua conseguían ciertos poderes mágicos.¿Sabías que existía la creencia de que si una muchacha se asomaba a una ventana durante la mañana del 24 de junio vería al hombre que iba a ser su pareja? ¿O que si una mujer casada salía la noche de San Juan a media noche y veía a un perro, su marido le era infiel?Otra de las supersticiones contaba que si alguien se estaba mirando al espejo a media noche y se le aparecía el diablo era muy probable que le quisiera comprar el alma a cambio de la belleza y vida eterna (Málaga y Sevilla).Rituales que, al parecer, se siguen practicando y que tienen orígenes ancestrales son, por ejemplo, el de las siete habas. En cada una de ellas hay que escribir la inicial de uno de los muchachos preferidos. Se deben tirar debajo de la cama durante la noche de San Juan. A la mañana siguiente y recién despierta, se debe coger, sin mirar, un haba. Aquella inicial que sea elegida será la del muchacho afortunado (… ¡o no!).Dicen que para cualquier ritual que se realice durante la noche de San Juan hay que repetir varias veces antes del amanecer: San Juan Bautista sol de soles déjame ver al hombre de mis amores.
Al igual que estos rituales nos pueden parecer ridículos existen otros que nos pueden provocar un gran estremecimiento…
Rituales que se llevaban a cabo con animales. Solo voy a hacer referencia a uno. Y creo que con este sobra…Durante la noche de San Juan cogían un gato negro y lo asaban vivo en la hoguera que habían encendido en mitad de un monte. Se comían su carne y los huesos. Así obtenían poderes sobrenaturales y mágicos.Cuentan que en la noche de San Juan ciertas higueras florecen. Si eres afortunado en coger alguna flor conseguirás ser feliz durante toda tu vida. Aunque según donde estés te puedes encontrar con seres mitológicos que te lo van a impedir (Asturias).Una noche donde los seres mitológicos van a salir de las cuevas o del fondo de los ríos.Si te encuentras en Cantabria al lado de una hoguera intenta hacer el menor ruido posible porque si cantas o bailas puede ser que despiertes a los Caballucos del Diablo. Si interrumpes su sueño ¡ya puedes salir corriendo!Son siete caballos pequeños que vuelan con sus alas transparentes. Cada uno tiene un color: blanco, amarillo, naranja, rojo, verde, azul y negro. Emanan algo parecido al azufre y vuelan envueltos en fuego. Así que arrasan todo lo que está bajo de ellos.Si preguntas a algún cántabro te contará que estos caballos fueron hombres que pecaron en sus vidas. El caballo rojo era un prestamista usurero; el blanco, un molinero que gustaba hacer trampas con el peso de la molienda; el amarillo era un juez que gustaba recibir donaciones; el naranja, un hijo que maltrataba a sus padres; el verde, un terrateniente que violó a varias muchachas; el azul, un tabernero tramposo y el negro era un ermitaño que solía mentir.Solamente existirá otro ser mitológico que te podrá ayudar: la aljana. Una hada buena que protege a los montañeses.En Asturias el fuego y el agua se unen para seguir manteniendo ese pasado ancestral y mágico que se ha celebrando a lo largo de los siglos y que tiene un encanto especial por la cantidad de seres mitológicos que lo protagonizan.Si paseas por uno de sus bosques durante la noche de San Juan podrás hacerlo con cierta tranquilidad ya que es el único momento que el cuélebre está dormido. Y por eso, podrás desencantar a alguna ayalga si ella te lo suplica.Las
xanas salen al bosque para tejer sus largas madejas de oro esperando algún muchacho que se tropiece con ellas. Los diañus bailarán alrededor del fuego hasta el amanecer; los trasgus no pararán de hacer travesuras en los hogares y el nuberu se hallará indeciso sin saber si aparecer en forma de lluvia o no hacerlo.Deberás acudir a Mieres, Langreo, Oviedo o Corvera si quieres disfrutar de las fiestas más concurridas donde se celebran con música celta, fuegos artificiales, baños en el agua y espichas con sidra.A las bruxas no solamente le gusta volar por los campos si no también bañarse en el agua de los ríos, lagos o mar. Por eso en Galicia es una de las regiones donde tiene carácter más esotérico esta noche de San Juan.Hasta en el lugar más apartado podrás encontrar a personas alrededor de una hoguera purificándose. Y cuando las llamas se han extinguido y quedan las brasas encendidas, entonces, deberás saltar nueve veces sobre ellas para conseguir protección y alejar los seres malignos.Deberás hacerlo a la que vez que gritas ¡bruxas fora! para espantarlas de allí ya que, seguro, transportan con ellas hechizos y conjuros.Aprovecha para asar cachelos y beber la quemaida. Pero intenta que esta bebida compuesta por aguardiente, frutas y mucho azúcar, esté preparada en una marmita y que alguien haya mencionado el conjuro mientras hierve en la hoguera.Si te encuentras en Navarra, uno de los lugares donde podrás disfrutar al máximo será en Zugarramundi. Un pequeño pueblo con gran tradición de brujería y hechizos que fue escenario de episodios históricos protagonizados por el Tribunal de la Santa Inquisición.En Cataluña también se celebra la noche de San Juan. Quizás uno de los rituales más llamativos los puedas encontrar en los Pirineos con la “Bajada de las fallas” (Isil). Durante esta noche unos muchachos llevan al hombro unos troncos de dos metros de largo. Con ellos suben a la cima de la montaña. Allí les prenden fuego y vuelven a transportarlos en el hombro hasta el pueblo. Todos los troncos juntos formarán una gran hoguera.En Mallorca deberás escribir en un papel todo lo que quieres cambiar de tu vida para lanzarlo al fuego. Después, tendrás que saltar tres veces para que se cumplan tus deseos. Y si te encuentras al lado del mar, además, deberás ponerte de espaldas al agua y echar tres monedas por encima de tu hombro para que se cumplan tus peticiones.En Valladolid podrás acudir a la playa de Las Moreras para disfrutar de las hogueras, la música y el agua. Deberás escribir tres deseos y lanzarlos al fuego para que se cumplan.En toda Andalucía también se celebra la noche de San Juan. Si te encuentras en Málaga podrás acudir a las hogueras que se prenden en la playa. Allí quemarán unos muñecos de trapo que llaman Juás. Te deberás mojar los ojos a medianoche para protegerte del mal.En Tenerife los jóvenes recogen la imagen de San Juan y la llevan a la orilla del mar. Se prenden hogueras mientras cantan rondallas y beben vino.Y llegamos a Alicante donde la noche de San Juan está declarada Fiesta de Interés Turístico Internacional. El origen de esta fiesta se hallaba en un ritual que realizaban los campesinos. Durante esta noche encendían hogueras para asegurarse buenas cosechas y alejar de los cultivos las enfermedades y epidemias.A pesar de que el Ayuntamiento prohibía todos los años las hogueras el pueblo las seguía celebrando pues era una tradición muy arraigada entre ellos. Al final, en el año 1.928, las autoridades las reconocieron como fiesta turística. Esta declaración provocó cierto malestar en Valencia ya que se consideraba que estas fiestas eran muy parecidas a las fallas.Las hogueras de San Juan de Alicante se queman un día después que en el resto de España, es decir, el día 24 de junio. Durante varios días se puede disfrutar de una amplia programación cultural.Regresamos al carácter ancestral de la fiesta y nos vamos a Teulada, un pequeño pueblo de Alicante. Aquí, las hogueras se celebran ligadas a la leyenda de la Fuente de la Jana. Es posible que si estás por los alrededores durante esta noche aparezca en tu camino una bella muchacha que te pida que la acerques a Teulada subida en tu espalda. Si accedes a llevarla… ¡no se te ocurra girar la cabeza para mirarla a los ojos! ¡No seas curioso…!