La detective Esculi por aquellos días estaba muy deprimida. El estallido de la bomba en el hotel Francés la tomo por sorpresa, tan pronto como se enteró de tan siniestro suceso, acudió sin demora al lugar: El piso en donde ocurrió la tragedia quedo absolutamente destruido, la mayoría de las personas que se encontraban allí murieron horrendamente, de algunos tan solo quedaron pedazos de extremidades, piernas sin cuerpo, manos sin brazos, despojos chamuscados. El espectáculo dantesco sería un festín para los Forenses.
Carbonell había acudido al Hotel horas antes de la explosión, al parecer había sido una de las víctimas del ataque terrorista. Ada se sentía culpable, pensaba que si tan solo ella hubiera estado al lado de Carbonell, habrían muertos juntos, hubieran perecido abrazados.
Los días pasaron. La familia del Inspector Carbonell hizo unos servicios funerarios muy sobrios, se enterró un ataúd sin cuerpo en el cementerio Central de Aragca. Ada prácticamente asumió un papel de "viuda" ese día.
De vuelta a casa, se miró en un espejo y comenzó a llorar amargamente.
Paso así en esa melancolía quizás un par de días. Cuando los ojos ya no pudieron derramar más lágrimas tomo una ducha caliente y decidió salir a un bar, suponiendo que un poco de alcohol no le sentaría nada mal.
Caminando por las céntricas calles de la ciudad encontró un lugar llamado "The Dead Rabbit" el cual le pareció ideal para ahogar sus penas, era ya bastante de noche cuando llego.
Se sentó en la barra y ordeno al Barman como para empezar un Bloody Mary. Usualmente, no entran damas solas a un sitio como el "The Dead Rabbit", van en grupos, mínimo dos o emparejadas con algún caballero. Era muy notorio que estaba sola.
Un par de tipos se acercaron como para hacerle conversación, pero ella les contesto de modo desagradable y se alejaron. Ensayo otros cocteles y luego sin darse cuenta se engullo una botella de Vodka Absolute Elyx. En algún punto sintió que su hígado se rebelaba a tanto maltrato, pago por el licor y cuando quiso salir ya no se podía tener en pie, cayó estrepitosamente al piso. De entre la concurrida clientela del bar, surgieron el par de galanes que rechazo, la recogieron, dijeron que estaban con ella y la sacaron del sitio.
La condujeron a un callejón no lejos de la puerta del bar, quizás pensaban subirla a un vehículo y descuartizarla en algún remoto paraje, o quizás iban nada más a robarla, no se sabe, porque en ese momento otro de los borrachos que estaba tirado en el callejon se incorporo con intensiones de reclamar parte del botín. El par de sujetos creyeron que llevarían ventaja, pero el ebrio parecía una especie de Bruce Lee, fácilmente los despacho a punta de golpes. Cuando el par de galanes decidieron huir para salvar sus vidas, la misteriosa figura se dirigió hacia Ada, la monto en uno de sus hombros y se internaron en una de las varias puertas traseras de ese callejón.
Nadie vio nada.
"Bruce Lee" la condujo a un sótano amplio, oscuro, mal oliente y la deposito en lo que podría con mucha imaginación tomarse como una cama. Sin embargo Ada no estaba inconsciente del todo, apenas se sentó en el mueble, intento darle un gancho de izquierda a su captor, fue un golpe de ebria, patético. La enigmatica figura lo esquivo con facilidad.
Y en medio de la penumbra, lo reconoció. Ella le dijo un par de cosas incoherentes, soltó una risa descontrolada y finalmente quedo privada en un sueño inquietante acompañado con una mueca grotesca de felicidad.