Noche loca (Shawn Levy, 2.010)
Ficha:
Título Original: Date Night.
Director: Shawn Levy.
Guionista: Josh Klausner.
Intérpretes: Steve Carell, Tina Fey, Mila Kunis, James Franco, Mark Wahlberg, Mark Ruffalo, Taraji P. Henson, Jimmi Simpson, Kristen Wiig, Leighton Meester, Ray Liotta, William Fichtner.
Productores: Shawn Levy, Tom McNulty.
Fotografía: Dean Semler.
Música: Christophe Beck.
Montaje: Dean Zimmerman.
Nacionalidad: Estados Unidos.
Año: 2.010.
Duración: 92 minutos.
Edad: 7 años.
Género: Acción, Comedia, Crimen, Romántica, Suspense.
Distribuidora: Hispano Fox Film, S. A.
Estreno: 07-05-2.010.
WEB Oficial: Web Oficial de la película en España.
Espectadores: 147.860.
Recaudación: 862.020,55 €.
Calificación: 5,570.
Sinopsis:
Phil (Carell) y Claire Foster (Fey) son una pareja sensata y agradable que reside, junto a sus dos hijos, en una casa situada a las afueras de New Jersey. Los Foster tienen por costumbre salir una noche a la semana, para reavivar la chispa de sus antiguas citas, y esa noche ‘especial’ acuden siempre a la taberna Teaneck de la localidad. La conversación que entre ambos se suscita va derivando rápidamente de la charla trivial al rutinario y tedioso diálogo que suelen mantener a la hora de la cena en su propio hogar. Agotados por el trabajo y los hijos, sus citas ‘especiales’ raras veces tienen éxito –o algún tipo de acción– y, mucho menos, romance. Después de saber que dos de sus mejores amigos –otro matrimonio con hijos, residente también en la periferia de New Jersey– se van a separar tras una vida similar a la suya, Phil y Claire empiezan a temer lo que les aguarda: una escenario de anodina indiferencia y la consiguiente separación. En un intento de escapar del piloto automático en su salida semanal, y con la esperanza de darle a sus vidas un mayor aliciente, Phil decide alterar el plan habitual y sorprender a Claire: llevándola a un flamante y muy popular restaurante de Manhattan. Sin embargo, no han hecho reserva. Deseosos de sentarse a la mesa antes de las doce de la noche, los Foster se hacen pasar por una pareja que tenía reserva y que no se ha presentado. ¿Qué daño podía haber en ello? Phil y Claire ahora son los Tripplehorn. Sin embargo, resulta que los verdaderos Tripplehorn son una pareja de ladrones que han robado a una gente muy peligrosa y que han sido atrapados por dos policías corruptos. Obligados a cenar apresuradamente, antes de acabar su risotto, Phil y Claire se dan cuenta enseguida de que su simulacro de cita conyugal para padres les ha salido singularmente mal, ya que se ven envueltos en una vorágine de violentas y peligrosas aventuras para salvar sus vidas… y su matrimonio.
Comentario:
Comedia que bebe de cintas como “¡Jo, qué noche! (Martin Scorsese, 1.985)” o “Cita a ciegas (Blake Edwards, 1.987)” y al servicio de los dos cómicos que la protagonizan, Steve Carell (“Virgen a los 40″) y Tina Fey (“Mamá por encargo”), la película nos sumerge en la desastrosa velada que están a punto de vivir Phil y Claire Foster, una pareja algo hastiada por su rutina matrimonial. Phil trata de sorprenderla llevándola a un elegante restaurante de Manhattan. Sin embargo, no han hecho reserva y a partir de ahí todo se complica.
Crítica:
11-05-2.010 – ANTÓN MERIKAETXEBARRIA
Descafeinada cita nocturna
Nueva comedieta sobre las delicias y los sinsabores de la vida en común por parte de un matrimonio de mediana edad, inmerso ya en la amistosa rutina que, en “Noche loca”, adquiere el carácter de trillado periplo nocturno, que no añade nada nuevo a lo que hemos visto en otros enredos costumbristas del mismo estilo. Como era de prever no faltan los aspectos picantes de tan convencional relación afectiva, interpretada por Steve Carell y Tina Fey con toda la buena voluntad del mundo, sin que los incidentes que rodean sus chispeantes peripecias tengan el ‘bouqué’ del champán, sino más bien el de la insípida gaseosa. Nada nuevo bajo el sol, pues, para un descafeinado divertimento.
Así pues, hechas las presentaciones comerciales, poco más queda por decir de “Noche loca”, porque incluso el apartado de los intérpretes -de cierto fuste, aunque no pendientes del candelero de la última moda-, que suele servir a menudo de escape benévolo en la crítica negativa de los espectáculos que no llegan a serlo, es aquí especialmente destacable. Demasiado fiados de su cartel, carecen de algo tan esencial en una comedia como es la vis cómica de altos vuelos.
Y decimos más de la cuenta al utilizar la palabra comedia. La película del poco experimentado Shawn Levy intenta que las situaciones inverosímiles estén por encima del guión; pero la payasada -conseguida sólo en contadas ocasiones- da al traste con cualquier situación graciosa en aras del efecto mecánico o del estallido pirotécnico gratuito. Naturalmente que el filme tiene una correcta factura técnica. Hoy en día este tipo de productos, mezclados y agitados los profesionales básicos, funcionan casi solos y no acostumbran a descubrir errores de bulto. Sin embargo, cuando no hay nada que explicar ni justificar, es cuestión de prender la mecha a un cohete de corto alcance y esperar el resplandor de las estrellitas. A lo que parece, el público poco exigente se contenta con eso.
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