A ver, manga de zombies.
Les deseo firmemente, desde lo más hondo de mis entrañas, que en la noche de hoy:
- hablen poco en el brindis, y sin aforismos
- no cuenten esa historia que a nadie le interesa y, principalmente, avergüenza a nuestras madres
- le saquen el vino al tío que no para de destacar lo que creció la nena en estos años
- alguien le de bola a los viejos que están contándole la misma historia al abismo hace rato, aun cuando no acusen respuesta y arranquen de cero nuevamente
- no le den tanta bola al pendejo ese que lo único que quiere es llamar la atención, malcriado, qué te creíste... (prendanle la tele, pero en otro cuarto)
- no muerdan con tanto ahínco ese turrón con maní que el arreglo no lo cubre la mutual
- la sidra berreta que trajeron no es para abusar; el hígado tiene fecha de vencimiento, no la adelantemos
- la nueva novia/o que hace su premiére estelar esta noche no es lo que esperábamos; pero vamos, con honestidad, ¿qué es lo que esperábamos? Así que no rompan...
- nada de política, religión y fútbol sobre la mesa, aunque no aparezcan otros temas; preferible hablar de marcas de suéteres o del post-porno iraní, aunque nadie entienda un pomo de qué se trata
- aunque casi todos nadamos en el escepticismo más raso y sólo algunos creyentes quedan a los cuales miramos con una pizca de sorna, está bueno hacer el ritual trillado; así que vos que planeabas borrarte del brindis yendo al baño o a mirar los fuegos artificiales que le van a arrancar un dedo/ojo al vecino que no te fumás, comportate y agarrá una copa...
... si total, estamos todos sonados, ¿que tanta histo/eria?
¡A disfrutar de esta noche, cirujas, que después de un año entero en nuestro propio limbo nos viene bien un poco de afecto!
A pesar de los pesares, de que nada cambie, de que sigamos en el mismo corso de siempre... ¡el asunto es seguir bailando!