Fotografía: Víctor Moreno/Noches del Botánico
En mayo Julio Martí finiquitó su entrevista aquí en 'El vídeo no mató a la estrella de la radio' [shorturl.at/horKY] afirmando que el objetivo del equipo de Noches del Botánico sigue siendo que el público esté dispuesto a comprar su entrada para disfrutar de la experiencia sin importar quién actúe. El Director Artístico del festival no dudó: "para ello hay que hacer las cosas bien". Quienes nos dimos cita el 10 de junio en el Real Jardín Botánico Alfonso XIII de la Universidad Complutense de Madrid no tardamos en comprobar que las cosas se están haciendo bien en la sexta edición del ciclo desde sus primeros compases —y las entradas vuelan, más de 100.000 vendidas en la primera semana—.
Buenas sensaciones comenzando por el acceso al recinto, fluido y controlado. Ahora bien, como siempre hay anécdotas, en esta ocasión alguien trató de entrar con una guitarra para que se la firmaran Gipsy Kings o Kiko Veneno, los protagonistas de la jornada. El artista catalán fue el primero que tuvo que lidiar con las altas temperaturas a partir de las 20:45 horas. Precisamente no tardó nada en entonar los versos de Lobo López: "¡Qué día más bueno! ¡Cómo pica el sol! ¿No es un poco raro para el mes que estamos ya tanto calor?".
"Ahora vamos a cantar una de Veneno, Abanico de cristal", unos minutos después Kiko se empeñó en seguir combatiendo el calor a base de música y buen rollo. Entre medias, Memphis Blues, y en adelante continuó repasando su generoso repertorio arropado por su banda, de 10 en todo momento. En un Mercedes blanco con la colaboración de Tomasito —que afortunadamente no se pierde una—, Coge la guitarra, Los delincuentes o Volando voy fueron otras canciones que también sonaron. Cualquiera diría que en abril cumplió 70 primaveras. La última vez que vi en acción al músico de Figueres en un festival fue en aquel En Vivo en 2011 y parece que por él no pasan los años.
Fotografía: Víctor Moreno/Noches del Botánico
De una dilatada experiencia sobre las tablas también pueden presumir los franceses de ascendencia española Gipsy Kings. Nombre de referencia en la fusión de la rumba catalana y del flamenco desde finales de los 70, el grupo llegó a Madrid liderado por el cantante Nicolás Reyes y el guitarrista Tonino Baliardo. Personalmente desconocía que Gipsy Kings continuara en activo hasta que Noches del Botánico no confirmó su participación en esta edición. Así pues, fue una gozada comprobar cómo la formación sigue defendiendo su legado con semejante dignidad y ritmo, mucho ritmo. Un legado que todo el mundo reconoce gracias a títulos como Djobi Djoba ["cada día te quiero más djobi djobi djoba djoba"], Bamboleo e incluso sus versiones de Hotel California de Eagles o A mi manera de Frank Sinatra. Sin embargo, en nuestro Jardín Botánico la fiesta se desató completamente al son de Volare (Nel Blu Dipinto Di Blu), con los asistentes totalmente entregados a la causa festiva tanto en la pista como en el graderío e inmortalizando el momento con sus teléfonos móviles.
Fotografía: Víctor Moreno/Noches del Botánico
La jornada del 15 de junio volvió a contar con un cartel compartido: Los Enemigos y Burning. De nuevo los músicos volvieron a compartir protagonismo con el calor —entonces había pasado a mayores ascendiendo a ola de calor—. No obstante, Josele Santiago, Fino Oyonarte, Chema 'Animal' Pérez y David Krahe no dudaron en desafiar a las altas temperaturas apareciendo sobre el escenario al filo de las 21:00 horas con sus característicos trajes y corbatas. "Vamos a hacer una especie de estriptis la hostia de erótico", exclamó Josele después de rendir su particular homenaje a Joan Manuel Serrat con Señora. Entonces se quitaron las chaquetas mientras en la grada Manolo Fernández se levantaba un instante para hacer una foto y sonó Me sobra carnaval. "Por vosotros y por nosotros, necesitábamos estos momentos", comentó Fino a modo de introducción de Brindis. "Nos seguiríamos quitando ropa, pero no queremos que asalten el escenario", bromeó Josele justo después para anunciar que Los Enemigos recuperaba un tema que no tocaban desde hace tiempo: La otra orilla. "Vamos a seguir con Bestieza, que se supone que lo estamos presentando, pero hoy nos da igual, solo dos", y tampoco mintió Josele en esta ocasión porque de su último disco de estudio Bestieza de 2020 solo sonaron Océano y Siete mil canciones. "Siempre hay una cuenta atrás, nosotros ya nos vamos a no ser que se les antoje a ustedes una cosa", y con La cuenta atrás primero y Paracaídas después terminó el concierto de Los Enemigos.
Fotografía: Víctor Moreno/Noches del Botánico
Y de una banda castiza que anunció su regreso en 2011, a un tipo más castizo aún que en 2019 dio por finalizada la historia de Burning, en 2021 publicó su debut en solitario y en 2022 ha vuelto a poner a su banda de toda la vida en circulación tras renovar su plantilla —a excepción del saxo solista Miguel 'Maikol' Singluff—. Después de estas idas y venidas, cualquiera podría dudar de semejante reinvención por parte de Johnny Cifuentes. Tampoco ayudaron los problemas técnicos de los primeros compases del concierto. Sin embargo, Johnny puso de manifiesto y desde el principio que aún tiene mucho que decir. Pura actitud. Además, los cambios realizados en la banda suman y le complementan a la perfección. La sección de metales también convenció. Mención especial para el guitarrista y productor Nico Álvarez, con quien hace un tándem realmente bueno ahí arriba, aunque la papeleta de hacer olvidar a Edu Pinilla era y seguirá siendo difícil de veras.
En cuanto al repertorio, sorprendió reconocer unos cuantos temas de Hagámoslo, el debut de Johnny Burning de 2021, como Malas tierras o Duro invierno, alguno de Pura sangre —de 2013, el último de Burning hasta la fecha—, como Bestia azul o Tú te lo llevas todo, e incluso Algo está ardiendo, el nuevo single de la banda. En cuanto a los clásicos, no faltaron ¿Qué hace una chica como tú en un sitio como éste?, que además sonó pronto —otra prueba de que Johnny confía al 100% en su repertorio menos clásico—, Mueve tus caderas y Esto es un atraco. Tuve la sensación de que sus seguidores todavía asimilaban los cambios, pero Burning en Noches del Botánico estuvo a la altura de las circunstancias e irá a más, precisamente igual que el festival en su sexta edición.
Fotografía: Víctor Moreno/Noches del Botánico
Fotografías: Víctor Moreno/Noches del Botánico Texto: Alberto C. Molina