Noches lúgubres

Publicado el 05 mayo 2023 por Rubencastillo

Dos personajes (con el añadido de algunos anecdóticos) protagonizan estas tres famosas y aparentemente inconclusas Noches lúgubres, del militar gaditano José Cadalso: el primero se llama Tediato y es un hombre arrebatado y sufriente, que descree de todos los seres humanos (“Tan despreciables son para mí muertos como vivos; en el sepulcro, como en el mando; podridos, como triunfantes; llenos de gusanos, como rodeados de aduladores”) y que se muestra incluso reacio a admitir la existencia de la amistad (“Todos quieren parecer amigos: nadie lo es”). Sabemos de él que su posición social y su posición económica son desahogadas, pero que la desesperación lo ha llevado hasta el nihilismo; el segundo se llama Lorenzo y ejerce tareas como enterrador, además de padecer una infinitud de penurias que incluyen la pobreza, el decaimiento y la defunción de varias personas importantes de su entorno. El vínculo entre ellos se produce cuando Tediato paga a Lorenzo para que, sin formular preguntas ni oponer bobas consideraciones religiosas o morales, saque a la luz los restos putrefactos de una dama, los cuales Tediato desea llevar a su casa para después, tumbándose a su lado, pegarle fuego a la vivienda y que las llamas unan y purifiquen a ambos.

Como se puede observar, un arrebato inequívocamente aromado con los perfumes malditos y hediondos del Romanticismo, deudores de la patología.

Como Dios aprieta, pero no ahoga, la obra es muy breve.