Además, según parece, tenían unos signos sencillos y básicos para indicar cuestiones rítmicas o métricas.
Estas notaciones se han conservado en papiros y grabadas en diferentes monumentos, como la famosa columna del Epitafio de Seikilos. A diferencia de otras notaciones de la Antigüedad, en lo que se refiere a las griegas contamos con un aparato teórico de referencia, un número importante de fuentes específicamente musicales que nos hablan de las tablas alfabéticas (otra cosa… es que lleguemos a entenderlas perfectamente).
Estas son las nociones básicas, porque, si entramos en detalle, si profundizamos… entonces es otro cantar, no solo porque la notación se relaciona directamente con la teoría musical griega (y eso es bastante complicado) sino porque existe una bibliografía extensa de referencia que, por supuesto, no está escrita ni casi traducida al castellano.