En un mundo al borde del colapso por culpa de los pecados de los hombres, Noé (Russell Crowe), un hombre recto y temeroso de Dios, vive de manera sencilla junto a su familia. La vida de Noé va a cambiar cuando, a través de unos los sueños, descubre que Dios le ha encargado construir un arca para proteger a los animales del diluvio que va a a enviar para purificar la Tierra.
El principal problema del cine que se basa en pasajes bíblicos es que entra dentro del género religioso y por eso la inmensa mayoría de estas películas son tremendamente aburridas y dogmáticas. Y si las películas que tratan estos temas se salen un poco del tiesto y pretenden darle un nuevo lustre a temas por todos conocidos, ya sabemos que pasa (que se lo digan a Mel Gibson, por ejemplo) Lo que está claro es que todas las películas con temática religiosa generan polémica y por eso hay que alabar la valentía de Aronosfky ya que su Noé va a levantar ampollas aun cuando respeta bastante la esencia del personaje bíblico.
Creo que la película es bastante recomendable, es muy potente visualmente y tiene una historia consistente y que engancha a pesar de que el desenlace es conocido de entrada. Me gusta especialmente el toque que le da Aronofsky consiguiendo que veamos con otros ojos una historia que, la mayoría, conocemos desde niños. Ahora sólo queda esperar y ver si esta visión de la Biblia palomitera se pone de moda y lo siguiente que vemos es una monster movie protagonizada por Jonás y la ballena