Táchira es un estado con gran peso histórico en Venezuela y el mundo. Muchos tachirenses han resaltado por su legado histórico, patriótico, científico, cultural y social.
Cada día que pasa en Táchira, pareciera que fuese un día de olvido. Se deja de hacer memoria de las generaciones pasadas y de las costumbres. A duras penas sobreviven las comidas típicas y eso porque a qué tachirense no le gusta andar bien saciado.
Han pasado por las calles del Táchira, muchos hombres y mujeres de proyección sorprendente. Teatros, escuelas y sectores, llevan sus nombres. Ese es el caso del auditorio ‘Rafael de Nogales Méndez’, ubicado en el Centro Cívico de San Cristóbal.
El Táchira tiene a su propio Quijote. Fue un hombre aventurero, amante de las letras y la victoria. No se le podía dejar de ver en todo conflicto bélico que fuera en función de sus ideales.
Rafael de Nogales Méndez, nació el 14 de octubre de 1877 en una de las calles del centro de la ciudad. Quizás usted ha pasado por el frente de lo que fue la casa de uno de los hombres más importantes de nuestro estado y no se ha dado cuenta.
Por las venas de Nogales, fluían torrentes de independencia y de conquista, pues fue descendiente del prócer Pedro Luis de Inchauspe y del conquistador Diego de Méndez.
Este hombre, de baja estatura y moreno, guarda sus raíces familiares en el municipio Seboruco. Su fama de héroe ha resonado en todo el continente americano y europeo, tanto, que muchos historiadores de diferentes países han dedicado su vida al estudio de este personaje intrépido, soñador y luchador.
En uno de sus escritos, R. B Cunnninghame Graham, dijo: “Es un verdadero hijo de los Andes, uno de aquellos cuya semilla en el pasado fue siempre la guerra. (…) Nativo de San Cristóbal, en los Andes venezolanos, naturalmente su idioma es el español, pero como desde los primeros años intentó ser un caballero andante, la naturaleza parece haberle dotado con el dominio de todas las lenguas”.
Su destreza en los idiomas: inglés, francés, turco y alemán le brindó una capacidad universal de acercamiento a las culturas extranjeras, siendo uno de los venezolanos más reconocidos que esta tierra ha exportado.
Con sólo 18 años llegó a ser subteniente del ejército español y en 1898 luchó en la guerra cubana. Sus ideales han sido motivo de revolución. Él fue quien dio vida a los pensamientos de Augusto Sandino, el líder nicaragüense que batalló en contra de la invasión del ejército estadounidense.
Además de recorrer muchos países, el aventurero fue gobernador de Sinaí en Egipto, lideró el ejército otomano donde fue nombrado Bey Nogales y es reconocido por “por manejar la pluma con la misma maestría que la espada”.
Venezolano, orgullo de Latinoamérica
A propósito de su legendaria personalidad, la prensa berlinense expresó lo siguiente en 1918:
“Para todos los latinoamericanos será una verdadera satisfacción el saber que el general de Nogales, único oficial neutral que lucha como tal en las filas de las Potencias centrales, ha logrado obtener (…) laureles que llenarán indudablemente de satisfacción y orgullo, no sólo a su patria venezolana, sino también a las repúblicas latinoamericanas en general, puesto que según la prensa otomana, ha combatido sin manchar su escudo, llevando siempre por lema la generosidad”
El general siempre defendió su nacionalidad y a toda tierra que llegaba, con orgullo expresaba su procedencia venezolana, nunca desistió a pesar de ser perseguido por haberse rebelado contra Cipriano Castro y Juan Vicente Gómez.
Tuvo hambre y sed de revolución, causa que hizo que se rebelara contra la dictadura de los dos presidentes venezolanos, por lo que eligió el exilio: ruta de experiencias y hazañas.
La Primera Guerra Mundial
La participación de este tachirense fue muy importante en la guerra mundial. Además de empuñar la espada, escribió toda su peregrinación y lucha con los turcos. Su incansable estudio histórico le dotó de una grandiosa facultad diplomática.
Su extraordinario desempeño en la guerra lo perfila como un hombre de espíritu templado, porque enfrentó con ímpetu a sus contrincantes y constituyó toda una estrategia que lo ascendió a grandes rangos militares en las tierras orientales.
En el libro Cuatro años bajo la Media Luna, el Bey Nogales cuenta todo lo que sucedió, desde injusticias hasta noblezas, es todo un compendio de vivencias encarnadas en letras.
El triste retorno y la deuda histórica del Táchira
Es mucho lo que debe saberse del general. A pesar del alto valor de este personaje que nació en el Táchira, nadie le toma en cuenta. Nadie lo recuerda, ¿qué será de Rafael de Nogales Méndez en unas cuantas décadas?
Los libros no dejarán morir su legado, sin embargo, es importante reivindicar la importancia de este hombre que para orgullo del estado, nunca renunció al carácter determinado y esencialista que caracteriza a los tachirenses.
El Táchira tiene una deuda histórica con Nogales Méndez, y también Venezuela, incluso, desde su muerte en 1937, cuando su cuerpo estuvo varios días en La Guaira sin que nadie lo reclamara.
Este año, al conmemorarse el centenario de la Primera Guerra Mundial, Rafael de Nogales Méndez merece ser recordado y dejar de ser un extraño en su propia tierra.