Noia (La Coruña)

Por Yorga @javieramosantos

Ha corrido mucha tinta sobre si las lápidas sepulcrales de Noia encierran o no un misterio. Noia está situado a 35 kilómetros de la monumental Santiago de Compostela, sin duda uno de los lugares con más historia de Galicia, sobre hermosas colinas que se asoman a la ría del Traba y a la blanca y arenosa playa del Testal, la de los ricos berberechos. En derredor abundan los restos prehistóricos y medievales, cuanto menos. El descubrimiento del cuerpo del apóstol Santiago, ¿realidad o leyenda?, la promocionó a puerto natural de Compostela y le atrajo una prosperidad que se revela en las casas señoriales, en los altos soportales apuntados y en los pasos ajardinados del entorno.

Objetivo de los piratas durante siglos de escaramuzas marítimas, la localidad coruñesa, cuyo casco histórico está declarado Bien de Interés Cultural, es una de las mayores de la costa gallega. Su origen fundacional está vinculado a la leyenda. La más antigua de ellas mantiene que su nombre deriva de los descendientes de Noé, quien llegó aquí tras el diluvio universal y escondió su arca en el monte de Barbanza, donde plantó sus primeras vides. El mito ha calado tanto en la zona que el escudo heráldico de la villa contiene la imagen del arca de Noé junto con la paloma y la rama de olivo.

Panorámica de la ciudad de Noia./Ostiudo

Después del control romano de la zona, los suevos, llegados del norte de Europa, les puso fin. En el siglo VI el obispo San Martín de Braga creó las parroquias en los antiguos asentamientos romanos. Y a cada parroquia le puso un santo a adorar. Desde entonces nació el culto a San Bartolomé, que hoy es el patrón del pueblo, y del que se le rinde homenaje en las fiestas de verano. En el año 1115 los piratas se instalaron durante seis meses en la Creba, la pequeña isla que está en medio de la ría y arrasaron la comarca.

En el siglo XV Rodrigo de Mendoza fundó el hospital de dentro, que más tarde pasó a ser casa de la Gramática. De sus aulas salió Antón Varela (Antón de Noya) que acompañaría a Magallanes en su primer viaje alrededor del mundo. Los franceses, durante la Guerra de la Independencia, volvieron a saquear Noia, pero una cuadrilla de 700 guerrilleros reunidos en el campo de la feria los expulsó de la villa. De aquí es Luis Cadarso Rey, capitán de navío ascendido a almirante y héroe de la batalla de Cavite, una contienda que enfrentó a las fuerzas navales españolas y estadounidenses en la bahía de Manila (Filipinas) en 1898.

Las enigmáticas lápidas del cementerio y la iglesia de Santa María de Noia./turgalicia.es

Dentro y fuera de la iglesia de la Santa María la Nueva (siglo XIV) el viajero encuentra una colección de más de 500 lápidas sepulcrales, algo toscas en su mayoría, que revelan el oficio del inquilino de la tumba simbolizado por la rústica talla de uno de sus instrumentos de trabajo: tijeras de sastre, cuchillos de carniceros, cinceles y martillos de canteros, sierras de carpinteros, útiles de marineros, de zapateros… Estos enterramientos nos remiten al mundo de los gremios (siglos XIV-XVI) Es un auténtico museo pétreo, un enigmático cementerio gótico, supuestamente construido con tierra traída de Palestina.

San Martiño (siglo XV) es otra iglesia importante de Noia. Diseñada para tener dos torres de las que al final solamente se construyó una, se dice que todo aquel que trate de acabar la segunda torre sufrirá terribles consecuencias. Y hay quien cree que esa fue la razón de que el director de cine Claudio Guerín muriera al caerse del campanario cuando rodaba La campana del infierno, para la que preveía utilizar una segunda torre de cartón piedra. El templo es un ejemplo del llamado gótico marinero (siglos XV-XVI), de nave única con contrafuertes, cabecera poligonal sobre bóveda de crucería y fachada con rosetón.

Iglesia de San Martín./Lmbuga

Mientras, el convento de San Francisco es gótico-renacentista, de principios del siglo XVI. Sobre la parte más elevada de Noia se ubican los restos de la Fortaleza de Tapal y las antiguas murallas medievales. Cerca, el Pazo de los Churruchaos, una de las numerosas casonas solariegas o pazos de origen gótico con los que cuenta la localidad gallega, como la Casa da Xouva o el Pazo Dacosta. En los alrededores del pueblo se puede visitar el dolmen de Argalo o Cova da Moura y el moderno paso da Pena Douro.

‘Galicia calidade’ es una marca de garantía promovida por las instituciones de la comunidad autónoma que no es más un fiel reflejo de los tesoros históricos, patrimoniales y gastronómicos con los que cuenta esta tierra, un mejunje de muchos atractivos que son de obligada visita para el viajero amante de la historia: desde el pasado romano de la Torre de Hércules y Finisterre, los castros celtas de A Guarda, el Grial de O Cebreiro, la musa de Julio Verne reflejada en la isla de San Simón, el misterio del hombre lobo de Allariz… Las posibilidades de disfrutar de la memoria del tiempo son casi infinitas sobre estos terruños…

Dónde dormir: Hotel Noia; Calle de Curros Enríquez, 27; Noia (La Coruña); teléfono: 981822552.

Dónde comer: Restaurante Ferrador; Rúa da Costa do Ferrador, 11; Noia (La Coruña); teléfono: 981820080.