La soledad como forma de vida, una salida posible cuando las puertas sociales se cierran en las narices de las víctimas de la regresión económica. Un aislamiento sobre cuatro ruedas, impuesto por las circunstancias, pero aceptado de buen grado como signo de libertad, independencia y supervivencia. Casi un documental -la parte ficticia es la protagonizada por la regia Frances MacDormand- en el que la autenticidad es reflejada por sus genuinos protagonistas, sin amargura ni resignación, en una lucha de resistencia contra la marginación y la pobreza. Veracidad y franqueza surgiendo por todos los poros de una cinta anticomercial, reúne todos los condicionantes para que el público mayoritario pase de largo, porque da más miedo la realidad que los monstruos imaginarios.
Puntuación @tomgut65: 7/10