Durante la auditoría de la cuenta pública de la UASLP del año 2021, realizada en 2022, se encontraron diversas anomalías financieras, especialmente en el departamento de diseño y construcción. Según el informe AEPO-173-UASLP-2021, las observaciones financieras ascendieron a casi tres millones de pesos. Curiosamente, después de ayudar a solventar estas observaciones, el auditor Leonardo López Facio fue despedido de la ASE.
Posteriormente, la Auditoría Superior de la Federación descubrió más irregularidades en la misma área de la UASLP, entonces bajo la dirección del Arq. Wilfrido Martínez. Ante la gravedad de los hallazgos, el rector Alejandro Zermeño se vio obligado a realizar una auditoría interna, la cual reveló un presunto fraude millonario.
Como respuesta a este escándalo, se promovió la jubilación del Arq. Wilfrido Martínez, y, en una jugada sorprendente, el rector Zermeño nombró a Leonardo López Facio, el mismo ex auditor de la ASE que había ayudado a «limpiar» las irregularidades anteriores, como su sucesor.
Esta decisión ha levantado sospechas y críticas, sugiriendo que puede haber un intento de ocultar problemas más profundos dentro de la universidad. Este nombramiento ha generado preocupación en la comunidad educativa y entre los observadores, quienes piden una mayor transparencia y responsabilidad.
El Instituto de Fiscalización Superior del Estado de San Luis Potosí, sucesor de la ASE, está siendo instado a reabrir el caso y a investigar a fondo las irregularidades para asegurar la integridad y transparencia en la administración de la UASLP.