¿Qué tiene que tener un vino para enganchar a la gente? Si no somos expertos, probablemente los aspectos técnicos, el tipo de uva empleada o cómo ha sido envejecido nos pasen desapercibidos. Sin embargo, el reclamo de un famoso, un nombre singular o un ingrediente extraño seguramente no nos dejarán indiferentes.
Todo producto ha de tener un nombre, una referencia, un distintivo por el que se le conozca y que le haga singular. El problema está en que no es fácil acertar, de ahí que haya expertos en hacerlo. También en el mundo del vino, claro, donde sólo en España existen no ya decenas, sino centenares de referencias que compiten entre sí. En ocasiones lo hacen de forma visual, expuestas todas las botellas juntitas en las estanterías de vinotecas o grandes almacenes. En otras, en listados de internet de tiendas virtuales. Una etiqueta que llame la atención o un nombre que también lo haga puede ser una ayuda para dar a conocer un producto e impulsar la compra.
La competencia en el sector ha hecho que muchas bodegas no sólo dediquen sus esfuerzos a elaborar vinos de calidad, sino que también prestan especial atención en otros detalles como llamativas etiquetas o la apuesta por nombres curiosos, divertidos y rompedores que no dejan indiferentes al cliente, como útiles herramientas de marketing.
Más allá de nombres de marqueses, condes, pagos o viñas, existen bodegas que buscan esa originalidad en sus etiquetas. El naming es fundamental en marketing, también en el vino. He aquí un listado de los nombres de vinos más originales del mercado. Algunos se pasan, cierto, pero dan para un rato divertido:
De Puta Madre, se trata de un vino blanco elaborado con la variedad de uva verdejo. El nombre de este vino recoge la impresión que sus elaboradores recibieron al catar el verdejo de una de las barricas de la bodega: ¡buenísimo!. Un vino aromático y refrescante, dulzón, con 20 g/l de azúcar, con el que los hermanos Lurton pretenden rescatar un estilo de hacer vinos típicos en la tradición de Castilla. Se elabora a partir de uvas de cosecha tardía, aunque sin botritis, fermenta en barricas de roble a bajas temperaturas y es criado en barricas sobre lías durante 24 meses.
Palomo Cojo, se trata de un vino blanco elaborado con la variedad de uva verdejo de D.O. Rueda. Se trata de un “por-para”, término utilizado en el mundo vinícola para describir un vino hecho por una bodega que permanece en el anonimato para una persona física o jurídica que luego le pone el nombre que considera más adecuado y lo vende en tiendas, restaurante. El nombre escogido es Palomo Cojo y la propiedad, Unesdi Distribuciones.
Sin Vivir, elaborado con uvas procedentes de la villa de Fuentidueña, Tempranillo 100% en suelo calizo de 31 años de edad de clon autóctono de Ribera del Duero. Con una crianza de 16 meses en roble francés Ermitage nuevo. Su primera añada llegó en 2009. No tuvieron añada de 2010 ya que sorprendentemente les robaron la uva en época de vendimia, es una de las razones por la que el vino se llama Sin Vivir.
Envidia Cochina, se trata de un albariño de Rias Baixas. Eladio Piñeiro, fundador de los 80 de la conocida bodega gallega de Mar de Frades, terminó deshaciéndose de aquélla por una serie de circunstancias vitales que le apartaron de la viticultura, a la que regresó después con vinos de autor como este Envidia Cochina. Quizá la peripecia vital tenga algo que ver con el nombre de este albariño bien considerado, clásico, redondo y escorado a la biodinámica en su elaboración.
El aprendiz, el médico y el músico, son tres vinos tintos elaborados con la variedad de uva prieto picudo. Perteneces a la Bodega Leyendas del Páramo, y dan nombre a tres personas ligadas al Páramo. Según la leyenda, nos cuentan que “los tres dejaron huella entre las gentes del Páramo, fueron personas singulares, trabajadoras, cuidadosas y destacadas por su buen hacer, pero sobre todo fueron buenas personas. Gente realmente valiosa que alcanzó su propia leyenda personal”.
Dmente, se trata de un vino tinto elaborado con la variedad syrah y petit verdot con una crianza de 9 meses en barricas de roble francés y americano. Los hay Dementes que siguen el curso de su locura. Donde no hay sitio para razonar, solo para dejarse llevar y hasta donde termine la cosa. ¿Será este vino el que os haga sentir así? Os invitamos a comprobarlo.
Comunica, se trata de un vino elaborado con las variedades garnacha, samsó y syrah El diseño de la etiqueta es obra de Àgata Gil, ilustradora, diseñadora y amiga personal de los bodegueros. El vino es como ellos “nada serios”. Algunos lo definen como el vino gay. Otros lo recuerdan por su curioso nombre: el ya le llamaremos. Pero seguramente son muchos los que lo asocian a la simpatía de sus creadores, Patri Murillo y Pep Aguilar.
Campesino, pertenece a Bodegas Burdigala, fruto de la alianza en España de dos familias de renombre en la historia del vino francés. Por una parte, Rolland; por otra, Lurton. Tratandose de un vino de D.O. Toro podemos afirmar y bien que le viene la frase: “ese toro enamorado de Burdeos…”
Predicador, Benjamín Romeo, de Bodegas Contador, creador de éste vino afirma que le gustan los ‘spaghetti western’ porque eran las películas que había cuando empezó a ir al cine y, por tanto, uno de sus actores favoritos es Clint Eastwood. La elección de la etiqueta y el nombre de este vino tiene origen por tanto cinéfilo en la película ‘El jinete pálido’, la historia de un predicador justiciero que defiende a los débiles empleando la Biblia y el revólver.
Congo, es un vino muy especial que procede de viñedos recuperados de garnachas en la zona de Méntrida. Alfonso Chacón y Belarmino Fernández, socios de Bodegas Canopy deciden elaborar una selección de las mejores parcelas de garnacha. Cuando conocimos el nombre nos llamó la atención y preguntamos el por qué a los dos socios “nos ha costado un “congo” llegar a conseguir expresar lo que buscábamos con este vino, de ahí su nombre”.
¿Se te ocurre alguno más, ayúdanos a completar la lista?
¡Salud a tod@s!
Juana Mari Vergara (Sumiller)
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