Si bien las adicciones han estado presentes desde tiempos inmemorables y que ya es incluso hartante el que una y otra vez alguien venga y nos comience hablar de ello, en esta ocasión te presentamos una que está tomando auge extremadamente rápido.
Según la OMS (Organización Mundial de la Salud) hablamos de una adicción como una enfermedad tanto física como psicoemocional que crea una dependencia o necesidad hacia una sustancia, actividad o relación. Siguiendo ese hilo estamos hablando de un deseo incontrolable por consumir dicha “sustancia” que culmina en una tolerancia a ello (si es que es dolorosa) y a un abandono de todo lo que le sea ajeno. Por otra parte al síndrome de abstinencia: un choque de sentimientos, emociones y estados que derivan del hecho de dejar de consumirla.
Aunque solemos asociar la palabra adicción casi por automático a alcohol, narcóticos y ansiolíticos existen también otro tipo de adicciones, tenemos por ejemplo, la adicción al trabajo, al ejercicio, a las compras, la actividad física, a la soledad o de lo que hablaremos en este post: la Nomofobia: el miedo incontrolable a no llevar el movil en nuestros bolsillos. Enfermedad de la que en nuestro tiempo nadie está libre de culpa.
La No-mobile-phone phobia (nomophobia) o nomofobia -para los que no saben inglés
Es claro que más de la mitad de la población tiene en su bolsillo o bolsa un teléfono movil que utiliza para todo, desde una llamada, hasta hacer las compras y talvez en algunos casos es necesario el poseer uno de estos aparatos inteligentes que hacen de nuestra vida mucho más fácil. Sin embargo, nos hemos creado una dependencia exagerada a la tecnología, dependencia que compite en el mismo nivel que cualquier otra adicción.
Se dice que que una persona promedio, al día, mira su teléfono celular de entre unas 25 a 35 veces como mínimo. Y es allí donde olvidamos la importancia de vivir en sociedad: la comunicación cara a cara, una actividad tan simple que se ha ido perdiendo con el paso del tiempo y la implementación de las nuevas tecnologías.
Como dice el psicólogo Antonio de Dios, “a veces no somos capaces de trasladar las relaciones que creamos a través del ordenador o de Whatsapp a la realidad del día a día. Ahí estaremos ante un problema.” La mayoría de la población está expuesta a estas nuevas tecnologías, el ordenador, el teléfono movil, reproductor mp3, consolas y el mismo internet aunque son algunas de las herramientas que hemos desarrollado para hacernos la vida más fácil, amena y para mantenernos comunicados es un arma de doble filo pues se convierte en una actividad que por el hecho de ser asequible puede convertirse en un problema más que aqueje a la salud tanto física como mental del ser humano, e incluso una de las difíciles de controlar.
Cuanto más lo piensas más difícil es estar lejos de tu teléfono movil o de tu ordenador.
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