Anoche, mientras esperaba la llegada de los Reyes Magos a mi casa, al final me dormí y no conseguí verlos, me puse a ver en la televisión una película del 2014, dirigida por el director español Jaume Collet-Serra y protagonizada, entre otros, por Liam Neeson, Julianne Moore o Michelle Dockery, llamada Non-Stop, en castellano Sin Escalas.
Así pues, el largometraje, aunque no se puede catalogar como una gran película, si que se deja ver, es entretenida y tiene momentos de intriga, suspense y acción. El film se desarrolla en un avión, en el cual viaja un antiguo policía federal, con problemas de alcohol, que ahora se dedica a la seguridad aérea. Pues bien, al poco de iniciarse el vuelo, dicho personaje comienza a recibir mensajes amenazantes, en los cuales un anónimo le pide que se dirija a las autoridades competentes y les comunique que o transfieren 150 millones de dólares a un número de cuenta específico o cada 20 minutos morirá un pasajero del avión. A partir de este momento la trama se vuelve muy compleja, con giros inesperados, personajes que parecen una cosa y luego son otra, y escenas bastante dramáticas. Por su parte, al final de la misma es cuando ocurre la escena de ciencia ficción más espectacular de la película. Una secuencia, que está muy claro, nunca podría ocurrir en la vida real. Y me refiero al final de la misma. Si eso sucediese en un vuelo real, el resultado final sería muy distinto. Sin embargo, es una secuencia casi necesaria para dar un final algo más dramático a la misma.
Por último, quiero resaltar que aunque, como he dicho anteriormente, no sea una película memorable, creo que se puede catalogar como una buena película, un largometraje que se puede ver. Y además, me gustaría señalar la moraleja tan importante que demuestra esta producción. Algunas veces, tanto las personas como lo que sucede a nuestro alrededor parecen una cosa, pero luego son algo totalmente distinto, y en ello, tienen mucho que ver los medios de comunicación, circunstancia que también se muestra en esta cinta.