Nora (Nora ez dakizun hori)
Publicado el 24 marzo 2016 por Janire Fernández
¡Hola! Ya estoy de vuelta y más llena y satisfecha que nunca. Te traigo una reseña que posiblemente me haya quedado demasiado mística, tal y como dice Arancabeza, una pequeña ratoncita que pronto conocerás en Flan de mil palabras. Espero que aún así disfrutes leyendo la reseña y que te convenza lo suficiente como para ir en busca de esta novela, pues para mí ha sido una de las mejores que he estoy leyendo este año. OS AVISO QUE PUEDE QUE ESTA VEZ HAYA DESVARIADO UN POCO BASTANTE COMENTANDO EL LIBRO.
Autora: Irati Jimenez
Num. de páginas: 187 pag.
Género: Ficción
Editorial: Ttarttalo
Libros: Autoconclusivo
ISBN: 978-84-9843-631-0
Encuadernación: Tapa blanda
Precio: 15,00 euros
Sinopsis:
A: Martín regresa a Bilbo para organizar una exposición fotográfica, después de años viajando y trabajando por todo el mundo. Rastreando en sus fotos, se da cuenta de que la misma mujer se ha colado en once fotografías sacadas en otras tantas ciudades.
B: Nora es la atractiva voz de un programa de radio nocturno y la guardiana de oscuros secretos.
Amores imposibles, casualidades inexplicables, licántropos y vampiros, ángeles que compran almas, magos, viajes y, sobre todo, cuentos, cuentos hermosos e imposibles que atrapan al lector y le invitan a soñar. Una trama maravillosa que embruja desde la primera línea y uno de los grandes éxitos de la literatura vasca de los últimos años.
Nora es una historia llena de imágenes construida por un conjunto de historias conectadas entre sí. Es la historia de una madre que se quedó embarazada porque leía demasiado y crió sola a sus dos hijos; de un periodista que huyó de lo que nunca podrá huir; de un fotógrafo que después de diez años de fotografías reúne once en las que aparece la misma mujer, en distintos años y distintas ciudades; de un hombre que vendió su alma; de una locutora de radio con una secreta y misteriosa historia tras de sí. Es una sola historia compuesta por imposibles, de esos que acaban sucediendo. Se trata de una novela creada con diferentes relatos que al principio parecen ajenos los unos a los otros, parece la historia de dos personas por separado que se van alternando. Irati te da fotogramas al azar y poco a poco, en el orden de su desorden, vas enlazando hechos para entender, amar y añorar a los personajes. En ese proceso el misterio es palpable, pues hay cosas que sucedieron que no se van a dejar descubrir fácilmente. Mientras leía, me imaginaba a mí misma en otro lugar, sentada sobre una alfombra voladora gigante escuchando la voz profunda de un contacuentos mientras éste da palmadas rítmicas a una conga pequeña. Tengo que decir que este libro no se devora, se saborea suavemente, como cuando pruebas un bocado de maki vegano e intentas adivinar qué especia es la que más se acerca a lo que te acaricia la lengua. Leyendo este libro me he sentido arropada, sumida en un sueño, y es porque la autora hace magia con las palabras, haciendo que sea precioso no solo lo que nos quiere hacer transmitir, si no también la forma en la que lo hace. Creo sinceramente que es un libro que tienes que leer si amas la literatura, la literatura en su estado más puro, lejos delo que nos puedan aportar los libros comerciales que tanto nos gustan y nos atrapan. Para mí ha sido muy agradable que parte de la acción suceda en Bilbo, las pinceladas conocidas en una descripción hace que me sienta más cercana a ella. Y que se vuelva más creíble. Supongo que eso sentirán los estadounidenses que leen los libros que traducen aquí. A veces la escritora cambia el narrador para que conectemos mejor con los recuerdos de Martín sobre Elías, y eso en lugar de confundirme hace que el libro cree su propia banda sonora, y me he sentido muy cómoda. También hace saltos en el tiempo y con todo se exige al lector una rápida adaptación para ordenar y catalogar lo que le han dejado saber sobre los personajes. Estos juegos de narración (los saltos, los cambios de narración, el uso de varias figuras literarias en las descripciones...) me ha recordado que a veces, no sólo importa que la historia transmita lo que tu quieres comunicar, sino que también cuenta la forma de escribirla, de redactarla. He tenido ganas de reir, de llorar, de enfadarme, pero no he permitido que mi caa mostrara ninguna emoción. Las quiero todas recopiladas, ordenadas, clasificadas, guardadas en la biblioteca que escondo en lo más hondo de mi corazón, donde almaceno todas esas historias que, cuando las has terminado, ya te han cambiado. Ésta ha sido una de ellas. Me alegra muchísimo haberla descubierto.
Puntuación: 5/5