Ahora que la inteligencia emocional está tan de moda, en estos cuatro vídeos se refleja, en este aspecto, la reacción a los hechos que perturban la vida y la psique de Norma por el hecho de ser mujer.
En este primer vídeo, Adalgisa le viene a contar a Norma que esta enamorada y a pedirle perdón por haber roto sus votos como virgen del templo de Irminsul. Norma, que ha pasado por la misma experiencia y ha tenido que ocultar su relación para mantener su posición de gran sacerdotisa, la exime de sus obligaciones y la anima a que viva su amor como ella no lo ha podido hacer. Entendimiento y complicidad entre las dos féminas...
En este segundo vídeo, Norma descubre que el enamorado de Adalgisa es el padre de sus hijos y el desvelo de sus pasiones. Norma lo tiene claro, y su reacción es culpabilizar a Pollione al sentirse traicionada. La joven virgen es para ella una víctima, y todos sus reproches son para su desleal procónsul romano. Su primera reacción es de venganza al sentirse dolida y despechada. ¿Quién no reacionaría así al sentirse con el corazón destrozado?...
Tercer vídeo y segundo dúo de las dos féminas de este trío amoroso. La complicidad de las dos mujeres es cada vez mayor, tanto, que Norma después de arrepentirse de llevar a cabo su venganza sobre Pollione a costa de sus hijos, le confía estos a Adalgisa, tras llegar a la conclusión de que las criaturas no tienen que sufrir las consecuencias. Ante el hecho de verse repudiada en el amor, se desmorona todo su mundo. Se cuestiona su fatal error y la traición a su padre y a su pueblo. Lo único que le queda por hacer es salvar a sus hijos y recobrar su dignidad...
Llegamos al cuarto vídeo. Pollione ha sido detenido por violar el templo, recordemos que Adalgisa reside en él por ser una sacerdotisa, y al especular si alguna de las vírgenes ha sido cómplice o víctima de esta profanación, Norma, para salvar la vida de Adalgisa, a la cual ha confiado sus hijos, desvela su propia relación con el procónsul, confiesa que es madre y que el padre es el mismo Pollione, y se ofrece como víctima propicia para reparar esta ofensa. Lo que escuchamos es una proclama de autoestima no carente ni de venganza ni de asunción de su destino ante Pollione. Este no tiene otra salida que reconocer la grandeza de Norma y como no tiene escapatoria, se ofrece a acompañarla al sacrificio con ínfulas de renovado amor...
Todo un personaje esta Norma de Bellini. Y sería interesante un estudio de un o una especialista en inteligencia emocional, teniendo en cuenta la época en que transcurre la trama.
Esto viene a cuento por el estupendo libreto de Felice Romani y por la música creada por Bellini para esta obra. Es bel canto, pero marca una apreciable distancia con otras obras de esta escuela. No hay dúos de pasiones desenfrenadas ni escenas de locura, pero sí momentos de bravura. Todos los personajes parecen muy cuerdos asumiendo sus circunstancias, aún siendo en algún momento trágicas. Es una historia épica, por momentos íntima, de traición amorosa. Esto es mérito de Bellini, subrayando el texto con unas melodías muy apreciables, que son capaces de crear el clima adecuado para que los sentimientos y la tragedia salgan a flote, en algunas ocasiones, con una contención encomiable. Algunas son de una belleza turbadora.
Acabo diciendo que esta es una de mis cinco óperas favoritas, y bien servida por la escena, el foso y las voces, se disfruta de principio a fin.