"Norma" en el Palau de les Arts - 8/3/2015

Publicado el 09 marzo 2015 por Maac @Elblogdemaac
Llevo toda esta temporada diciendo que el plato fuerte era Norma y por fin llegó el día del estreno, la expectación era mucha y el teatro completó más aforo del habitual en los estrenos. Antes de nada puntualizar que no es la primera vez que se representa Norma  en Valencia como he leído en algunos periódicos en los últimos días (no sé cuándo se estrenó Norma en Valencia pero sí sé que en el año 1977 la cantó Montserrat Caballé en el Teatro Principal y hace dos o tres temporadas la dirigió Fabio Biondi en versión concierto en el Palau de la Música), en todo caso ha sido la primera vez que se ha representado en el Palau de les Arts, algo que tampoco es tan extraño si tenemos en cuenta que el teatro tiene ocho años de vida, no ha dado tiempo a que pasen por él todas las grandes óperas de la historia, en parte porque el Ministerio de Cultura, desgraciada y vergonzosamente, racanea con su presupuesto y el  número de óperas que se ofrecen por temporada es cada vez más escaso, da igual el color del gobierno que esté en el poder, el Palau de les Arts siempre sale mal parado.
¿He dicho que la dirigió Fabio Biondi en el Palau de la Música? Pues bien, ayer en el descanso corría el rumor de que el próximo director musical de la Orquesta de la Comunitat Valenciana va a ser Biondi. Cuando aparezca esta entrada en el blog igual ya se ha confirmado. De ser así es buena y mala noticia, buena por el lado orquestal, la calidad de los músicos de futuras selecciones parece garantizada pero la duda es de repertorio, tendremos que contar con directores que asuman el repertorio de finales del XIX y XX porque no me imagino a Biondi dirigiendo Wagner, Strauss o Janacek. No me cuadra Biondi como director titular, y me extraña mucho que él haya aceptado siendo director de L'Europa Galante, orquesta que él mismo creó.

Esta Norma es una producción del Palau de les Arts en coproducción con el Teatro Real de Madrid y la ABAO que cuenta con la dirección escénica del intendente del teatro, algo no usual, pero las circunstancias vividas en los últimos meses precipitaron el nombramiento de Davide Livermore como sustituto de Helga Schmidt, habrá que ver si en próximas temporadas seguirá compaginando ambas funciones. Livermore se ha integrado tanto en la ciudad de Valencia que esta vez nos ha subido una falla al escenario, esa es la impresión general de la escenografía realizada por Giò Forma, un tronco mágico multiusos preside la escena, igual es el altar en el que Norma hace sus celebraciones que el hogar en el que residen sus hijos, este tronco, que gira sobre sí mismo, da movilidad a la escena, lo que se agradece en una ópera que tiende al estatismo, pero en el primer acto se abusa un poco de los giros, da la impresión de que no se mueve por necesidades dramáticas sino por necesidad de que se vea lo que están haciendo los cantantes, resulta cansino, menos mal que en el segundo acto no nos lo mueven tanto. El vestuario de Mariana Fracasso es de lo más tradicional, nada que objetar, cumple su función perfectamente y hace que nos creamos verdaderamente que estamos en la Antigüedad. El concepto escénico se apoya en las videocreaciones de D-WOK, que más allá de mayor o menor gusto estético poco aportan al drama. Como siempre que dirige Livermore el movimiento actoral está muy bien trabajado, no ha habido ni un solo momento en el que haya dado la impresión de que alguien estaba cantando sin tener nada que hacer, esto es todo un logro en Norma.
La soprano italiana Mariella Devia, que cuenta ya con 66 años, y se ha especializado en la interpretación de papeles belcantistas, incorporó Norma a su repertorio hace muy poco tiempo, más que una voz de riqueza tímbrica apabullante es una estilista que conoce a la perfección cuáles son sus virtudes y las domina al máximo, no dejando nada a la improvisación la Devia controla cada uno de los recursos belcantistas y sabe reservarse para ofrecer lo mejor de sí misma, la esencia del belcanto, cuando es necesario. El papel de Norma le queda grande dramáticamente, no tiene los graves necesarios, lo que se pone en evidencia, sobre todo en el segundo acto y resta fuerza a su interpretación pero es un lujo tenerla en escena y poder deleitarse con su musicalidad y buen gusto. El estado vocal en el que se encuentra Devia a su edad es envidiable, es cierto que ya no tiene un timbre juvenil pero no se aprecia el vibrato ancho que suele aparecer a estas edades y la voz está siempre bien colocada y proyectada. Dejando de lado los problemas dramáticos derivados de la inadecuación vocal al personaje, en este caso hay que recalcar que es un mal menor, Devia se desnvolvió muy bien en escena y no se lo pusieron fácil con las subidas y bajadas al ara,  La presencia de Mariella Devia en el Palau de les Arts es todo un lujo y su paso por el teatro valenciano dejará un recuerdo indeleble en los aficionados.
Russell Thomas es un buen Pollione, tiene un timbre grande y cálido, lírico spinto, que corrió muy bien por la sala, su canto quizás es demasiado monolítico, no muy dado a los matices y bastante alejado del estilo belcantista, pero cumplió sobradamente con su cometido.
Voz imponente y bellísima la de Vaduhi Abrahamyan, muy musical, pero fue un problema tener que cantar a dúo con Devia, se pusieron evidencia sus carencias en cuanto a flexibilidad, coloratura y proyección; así, en el dúo del segundo acto, teniendo un timbre de mayor tamaño que Devia, me llamó la atención que resultaba menos audible que ésta, es un signo de que tiene que mejorar su técnica de emisión. Son los inconvenientes de tener que cantar con una de las grandes al lado, aún así es una cantante interesantísima y que parece que ofrecerá grandes veladas en el futuro.
Serguéi Artamonov cumplió sobradamente como Oroveso pero no dio muestras de dominio del canto belliniano en cuanto a fraseo y legato. En cuanto a Clotilde y Flavio, interpretados por Cristina Alunno y David Fruci, alumnos del Centro de Perfeccionamiento, cumplieron y resultaron creíbles en sus respectivos papeles, con algunos problemas de proyección por parte del tenor.
Como es habitual el Coro de la Generalitat y la Orquesta de la Comunitat Valenciana estuvieron ajustadísimos gracias a la labor de Gustavo Gimeno, un director que, como operista, es una novedad en el Palau de les Arts y que supo respirar con los cantantes, justo lo que hay que hacer en una ópera como Norma. El tiempo seguido fue moderado, no se caracterizó por su rapidez, pero sí por sus variaciones dinámicas. Por mí puede volver a Les Arts las veces que quiera.
Y si esto ha sido la función del estreno, que siempre es la más floja, todo hace pensar que en los próximos días vamos a disfrutar y mucho.