Norrel Robertson: el Escocés Volante

Por Elbaranda @elbaranda
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¿Quién es Norrel Robertson?.

Tuve el placer de conocer personalmente a Norrel hace ya unos años en una visita que hizo a Salamanca con su familia con el fín de conocer al “enochalado” que le había llamado por teléfono unos meses atrás para pedirle unos vinos de su Manga del Brujo para la carta de vinos del restaurante familiar. Persona afable, cercana y comunicativa con la hace que el tiempo se paraliza al hablar sobre el mundo del vino.

Norrel Robertson fundó la empresa El Escocés Volante en el año 2009. En el 2003, fue contratado por International Wine Services para dirigir diferentes proyectos en el Sur de Francia y por toda España; por este motivo escogió Calatayud para establecerse, ya que uno de los proyectos se iba a desarrollar allí y era el lugar más céntrico a la hora de desplazarse de un lado para otro. Una vez allí se enamoró de la zona, la climatología y, sobretodo, de la excelente calidad de los viñedos y decidió hacer sus propios vinos y una consultora enológica.

Puso a su empresa el nombre de El Escocés Volante, no sólo por su origen escocés, sino también por su condición itinerante como consultor de numerosas bodegas españolas. Es uno de los 343 Master of Wine del mundo, licenciado en Políticas y Relaciones Laborales por la Universidad de Aberdeen y cuya introducción al mundo del vino fue como comercial en Oddbins, tienda de vinos en esta ciudad escocesa, aunque posteriormente tuvo su propio negocio en Londres. Así fue su vida antes de sumergirse profundamente en el estudio del duro y prestigioso programa de The Institute of Master of Wine y descubrir que había encontrado finalmente su verdadera vocación, el trabajo en la bodega. Para rematar sus estudios, hay que añadir un Postgrado en Viticultura y Enología, realizado en el New Zealand Lincoln Collage, así como una larga experiencia práctica en bodegas de las principales zonas vitivinícolas del mundo.

¿Por qué Calatayud?

Norrel busca sobre todo aprovechar al máximo el tremendo potencial de una uva Garnacha asentada en terruños de viticultura heróica, que llegan incluso a los 1.100 m.s.m. y que cuenta con un clima y unas condiciones idóneas para la elaboración de vinos marcados por una clara personalidad de casta y terruño.

Los viñedos de Calatayud tienen como singularidad que, además de su antigüedad fomentada por la costumbre de no arrancar la viña hasta que dejara de producir uva, tiene un clima continental extremo al que están sometidos. En el largo ciclo de maduración, entre verano y otoño, las temperaturas pueden variar hasta 20 grados en un día. Estos cambios bruscos combinados con la poca lluvia, las viñas viejísimas de Garnacha situadas a gran altura y un terruño único hacen que las elaboraciones de Norrel sean muy singulares y personales como tuvimos ocasión de descubrir en nuestra cata de la que os hacemos partícipes a través de los comentarios sobre los vinos.

Los Vinos:

The Cup & Rings (La copa y los anillos). D.O. Rias Baixas.

Como homenaje al pueblo celta, la etiqueta representa un antiguo relieve prehistórico tallado en piedra encontrado en zonas de Galicia (pedra do cribo) y tamibén en su Escocia natal probablemente tomado por los antiguos celtas de las islas británicas siglos atrás y que representa algún tipo de culto a los elementos.

Elabordo en un 100% con uva albariño de la zona del Salnés. 12,9% vol. Acidez total : 6,21 gr/l y un PH de 3,37. PVP 14€

La mitad del vino realizó la fermentación maloláctica para añadir complejidad y cremosidad a la mezcla. El vino fue envejecido “sur lie” (sobre lías) con agitación en un tanque por un período de 24 meses antes de la filtración y el embotellado:

Cata:

Amarillo con irisaciones verdosas. Lágrima fina y densa. Untuoso en agitación.

Nariz con aportes de fruta amarilla, toques anisados y sutiles minerales conjuntados con notas cítricas, tomillo, laurel y pétalos de rosa. Elegante y comlejo.

En boca se muestra largo, sabroso, elegante y con una muy buena acidez. Retro compleja en la que las notas olfativas vuelven a retratar ese abanico de aromas con cierto predominio final del laurel.

Un vino con vida por delante y que habrá que recatar, porque prometer, promete.

Manda Huevos 2014. Vino de Parcela Carraminas. 1ª edición.

Manda huevos: Vulgarismo originario de la voz latina mandat opus precursora de la expresión manda oebus. En su forma original significa la necesidad obliga.

Uva 100% macabeo de viñas viejas. Prensado suave y utilización sólo del mosto yema (al estilo del champagne) en huevos y toneles de 900 l. Crianza de 10 meses sobre sus lías antes de embotellar.

Cata:

Bonito color amarillo con toques verdosos. Lágirma fina y densa.

Nariz en el que de inicio aparecen notas calizas (tiza) acompañada de aportes cítricos, flores blancas y cierto toque salino.

En boca muestra una buena acidez con un final ligeramente amargoso que no molesta y una retronasal compleja y elagante que lo hace “aditivo”.

Vino en el que sorprende la excelente elaboración de la uva macabeo logrando un vino muy interesante, complejo y muy trabajado.

Manga del Brujo 2013.

Garnacha vieja en un 70% de entre 70 y 100 años situadas en laderas rocosas y arcillosas situadas a 800 m.s.m, Tempranillo en un 10% con 25 años, Syrah en un 15% con más de 10 años, y Mazuelo en un 5% de entre 70 y 100 años. 14,5% vol. Acidez total 5,9 g/l. PH 3,56. D.O. Calatayud. PVP 9,80 €

La Garnacha y la Mazuelo maceraron y fermentaron en depósitos con numerosos pisseages, reposando al final 12 meses en depósitos de cemento. La Syrah no se pisó y fue vinificada con los granos enteros; una parte realizó la fermentación maloláctica en depósito y la otra en barricas de roble francés nuevas y usadas. Por último, la Tempranillo fue prensada y tras una corta maceración, fermentó y reposó en barrica en la que también hizo la fermentación maloláctica.

El coupage definitivo se realiza por cata y una vez conseguido reposa un mínimo de 5 meses en barricas nuevas y éste 2013, 18 meses en botella antes de salir al mercado.

Cata:

Bonito vestido de color picota de capa alta con precioso menisco carmesí. Lágrima fina, lenta y tintada.

Nariz con fruta roja y negra compotada, acompañada de elegantes toques lácteos, cacao y regaliz. Vino que no es muy fragrante en nariz, pero que muestra complejidad olfativa.

En boca muestra buena estructura y acidez muy bien compensada con el alcohol que lo hace fresco aún con esos 14,5% vol. Tanino goloso aunque le falta pulirse en botella para dar todo lo que lleva dentro, que no es poco. ¡Terruño, terroir!

Dos dedos de Frente 2010.

Uvas 95% Syrah y 5% Viognier de antiguos viñedos situados a 950 m.s.m. 15,5% vol. Acidez total: 6 g/l. PH 3,25. PVPV 20,35 €

Tras la maceración y fermentación alcohólica pasan a barricas de roble francés nuevas y de un vino durante 14 meses. D.O. Calatayud.

Cata:

Color picota con ribete carmesí y capa medio-alta. Limpio y lágrima fina y lenta.

Nariz en la que el aporte mineral marca de inicio las notas olfativas, sobresaliendo los toque de pedernal que dan paso fruta negra compotada, cacao, chocolate, tapenade y tinta china. Complejo aunque tal vez le falte intensidad.

Boca con una muy buena acidez y un buen equilibrio con el alcohol. Tanino goloso, largo, persistente, carnoso y una retro fiel reflejo de la complejidad olfativa ya mencionada.

Es lo que hay 2011.

Elaborado con 100% garnacha vieja de viñedos situados entre 1.000 y 1.100 m.s.m sobre suelos de pizarra y cuarcita. Acidez total 6,4. PH 3,45. D.O. Calatayud. PVP 14,90 €

Crianza en barrica con sus propias lías durante 20 meses.

Cata:

Color picota de capa media-alta. Limpio y brillante. Atractivo.

Nariz muy sutil desplegando aromas a fruta negra, regaliz y sutiles toques de eucalipto, notas minerales y lavanda.

En boca tiene buena acidez y se muestra largo, complejo y elegante. Tiene cuerpo y estructura que lo hacen aguantar perferctamente la cata. La retronasal es compleja y devuelve todo el muestario olfativo. Rico, goloso y “adictivo”. Muy buen vino. Disfrutable y a seguir.

Manda Huevos 2014. 1ª Edición Caña Andrea.

99% garnacha vieja de parcela y un 1% de aporte de monastrel y bobal, propio de viñedos viejos en los que las variedades se encuentran mezcladas. Uvas tintas del mismo nombre una plantada en 1908 y otra en 1970

Crianza de 10 meses en huevos de 900 l. antes de embotellar.

Cata:

Picota de capa media y ribete carmesí. Bonito.

Nariz huraña en la que la aireación es imprescindible para que vaya abriéndose y se consigan aflorara esos aromas en los que el aporte de las notas calizas se conjuga con la fruta negra y los cacaos.

Boca con buena acidez, complejo y con una retronasal en el que el aporte mineral predomina sobre las notas de frutas y balsámicos. Con todo tiene muy buenas trazas y espero seguir su evolución.

Espero que hayan disfrutado del post, pero me interesaría más que descubrieran y disfrutaran de los vinos y nos lo contaran. ¡Salud y buen vino!. Están en su blog.

Fotos: Norrel Robertson y autor.