Nos crecen los enanos - César Pérez Gellida

Publicado el 08 noviembre 2022 por Entremislibrosyo

Hace unos días comentaba con una amiga, bloguera también para más datos, lo complicado que puede ser reseñar a un autor, no ya del que lo has leído todo, sino que te ha hecho flipar con todas y cada una de sus novelas porque ¿qué más podíamos decir que no hubiéramos dicho ya en alguna de las doce ocasiones anteriores?

Pero pensándolo bien puede ser hasta fácil, no tengo que esforzarme demasiado ni intentar conseguir sorprender a nadie asiduo a este espacio diciéndole a estas alturas que César Pérez Gellida se pasa eso de los listones por donde haga falta porque una y otra vez se supera y nos regala a sus fieles lectores otra de esas novelas que lo han catapultado a la cima de la novela negra española. Pérez Gellida es uno de esos autores que demuestran, publicación tras publicación, que el entretenimiento y la calidad narrativa van de la mano cuando es él quien se sienta delante del tecladoy saca las armas de matar y las de mucho sangrar y para muestra la cubierta del novelón que nos ocupa hoy, Nos crecen los enanos.

Lo cierto es que hoy lo que no me apetece demasiado es hablaros de la trama, basta con que sepáis que va de un escritor asesino, un personaje tan bien dibujado que pone los pelos como escarpias y, lo que es peor aún, un personaje que me tuvo toda la lectura imaginando al propio autor ejecutando sin ton ni son los mismos asesinatos que luego plasmaría en sus novelas. Lo siento, César, creo que me va a costar mucho dejar de imaginarte… En fin, mejor sigamos con esa trama de la que sí os cuento que es tan sólida como original, excesivamente dura en ocasiones y con una puesta en escena tan visual que el lector se adentra en sus páginas y se sitúa en el centro de la acción como un personaje más por mucho que quiera evitarlo y salir de allí corriendo.

Un personaje más de esos que vuelven a ser uno de los puntos fuertes del autor, bien dibujados y mejor caracterizados, especialmente, cómo no, el asesino. En serie, para más datos, con una espeluznante tendencia a obtener su propio placer a través del dolor ajeno, desconocedor absoluto de la más mínima empatía y amante de sí mismo por encima de todo. Inevitable para sus lectores habituales recordar a Augusto Ledesma (los que me conocéis sabéis que no hay para mí otro personaje como él) e inevitables las comparaciones. En este aspecto el autor, en su nota final, nos deja un apunte con una intención que no os desvelaré, pero aquellos que ya habéis leído la novela estaréis de acuerdo conmigo en que la prueba ha sido superada y con nota.

Capítulos encabezados por títulos circenses adaptados a la literatura y continuos cambios de personajes y escenarios comenzando el párrafo con las palabras que finalizaron el anterior, nos introducen en una historia tan violenta como estremecedoraen la que, una vez más, se palpa a cada página la intensa labor de documentación que el autor lleva a cabo para que todo se adecúe a la realidad y todo ello sin perder un ápice de tensión narrativa aderezada por los giros justos en el momento adecuado y, sobre todo, sin engañar al lector y es que el autor no necesita sacar conejos de la chistera cuando sencillamente lleva haciéndonos el lío desde la primera página.

No me quiero enrollar más, solo me queda deciros que el espectáculo circense que César Pérez Gellida nos ha preparado se va derecho a mis mejores lecturas del año. Nos crecen los enanos es un novelón y ya van…