¿Nos enfriaremos?

Por Alejandropumarino


La fotografía que ilustra la entrada, recoge una imagen de nuestro astro rey debidamente filtrada, y parece ser, que en unos cuantos años, su actividad va verse disminuida, por no sé qué cosas de los ciclos, lo que, en definitiva, se traducirá en una merma de las temperaturas en nuestro planeta.

Parece ser que estos ciclos vienen repitiéndose desde el siglo XVII y que de 1.645 a 1.715, uno de ellos determinó unas temperaturas anormalmente bajas en nuestro planeta durante tres cuartos de siglo, una nimiedad para el sol, pero muchos años en la vida de cualquier hombre.

Sorprende la facilidad con la que se asocian los cambios climáticos a la acción del hombre, siempre excesivamente orgulloso de su escaso poder, apenas asomando la cabeza al inicio del conocimiento; uno se pregunta qué sucedería si apareciesen varios decenios de bajas temperaturas y todo este asunto del calentamiento global se redujese a una habladuría más, que pronto quedaría sumida en el olvido. Tampoco se puede descartar que la supuesta elevación del nivel de los océanos fuese previsible por una excesiva actividad solar, pues la ignorancia humana es mucho mayor de lo que cualquiera de nosotros llegue a pretender. En todo caso, no dejamos de ser ocupantes de un planeta que vive a su propio ritmo, dependiendo de un universo local que nos es excesivamente desconocido. Que unos seres menuditos, pululando por la superficie de un pequeño planeta en el sistema solar crean poder cambiar el clima, es pretencioso. La verdad, como de costumbre, será mucho más extraordinaria(*).

(*) Arthur C. Clarke, Prólogo a “2.001 Una Odisea del Espacio”.