Madre de cuatro hijas, Paloma, Alicia (ya fallecida), las mellizas Teresa y Fernanda, y esposa inseparable del padre de ellas, el actor Diego Hurtado (fallecido el 8 de septiembre del pasado año), Mary Carrillo fue ante todo una actriz de teatro, de categoría excelsa, que se avino a poner a disposición del cine y la televisión su capacidad artística cuando le fue requerido y sus compromisos teatrales se lo permitieron. Su elevada posición en la estima de la crítica y del público no la endiosaron en ningún momento. Poseedora de una gran sensatez, en su libro de memorias, “Sobre la vida y el escenario. Memorias” (Ed. Martínez Roca, 2001) dejaba testimonio de su categoría humana:
“Empecé mi carrera humildemente, como se debe empezar, por el principio. Durante bastantes años, gané poco y trabajé mucho. Pero aquello ya está olvidado. Llegué pronto a “dama joven” –como se decía entonces- y me hice notar. Luché mucho, pero siempre me ha importado más la calidad de las obras que el beneficio económico. “Me siento cansada de tanto esfuerzo, pero me queda la enorme satisfacción de haber estrenado a los autores más importantes de mi época. Siempre aspiré a la perfección en mi labor. Soy muy minuciosa en mi trabajo y seguí
Sirvan estas líneas precedentes de testamento de la enorme actriz que se nos ha ido, Mary Carrillo. Nuestras condolencias para su familia y allegados.