Ayer sufrimos una conversión … una conversión importante: de seres humanos mortales y normales a super héroes justicieros de Lissone. ¿Qué os parece? A mí me encanta, siempre me he sentido muy justiciera aunque fuera de las causas perdidas, pero eso es lo de menos.
Os cuento lo que pasó para que entendáis nuestra transformación. Salíamos de cenar Mr. Paulson y yo de un chino (ese día me las daba de super novia y le invitaba a cenar, sí, a un chino, pero la voluntad es lo que cuenta). Estábamos ya en el coche volviendo a casa tranquilamente por las calles de Monza.
De pronto, el coche de delante frena, nosotros frenamos y en el carril del sentido contrario vemos un coche a toda velocidad y marcha atrás haciendo toda la calle. Pasa a nuestro lado a toda velocidad marcha atrás y en ese momento algo te salta en el interior. La primera reacción obviamente fue de cabreo: “¿ Y este *********? ¿Está loco? Maldito ******* “. Eso sólo duró unos milisegundos ya que inmediatamente después oímos a gente gritar y a una chica y a un par de hombres correr y levantar los brazos en dirección al coche que se iba a toda velocidad. Entonces saltó mi alarma y le dije rápido a Mr. Paulson: “¡Les han robado el coche!”.
La transformación de los Justicieros
Se nos activan todas las alarmas del cuerpo y es en ese momento en el que nos convertimos en los Justicieros de Lissone. Mr. Paulson que había tardado más en entender lo que estaba pasando me dice “¿has visto el color del coche?” Y yo, que tengo una mente muy rápida digo: “sí, es un coche blanco, grande!”. Así que damos la vuelta en donde podemos y nos lanzamos a entrar en situación de Justicieros. Nos aceramos a la chica que estaba gritando para preguntarla por dónde se había ido el coche, ella super histérica no nos daba muchos datos, sólo que era un Q5 blanco y que no sabía la matrícula porque era el coche de su padre, el cual estaba persiguiendo al coche robado con otro coche“.
Los Justicieros en acción
Nos lanzamos en misión busca y captura del Audi Q5 blanco, para dar con él, llamar a la policía y decirles que estábamos siguiendo un coche robado. Sí, sí, todo muy de película, qué queréis que os diga, somos así de aventureros. Nos ponemos a buscar en la dirección en la que nos dice la chica histérica que se había ido el coche y Mr. Paulson tiene una idea: “no vamos a ir por ahí, vamos a ir por este otro camino por si ha girado y nos lo encontramos, si hace el recorrido que creo que debe hacer”. Así que nos metemos por callecitas de Monza en busca del coche robado, yo mientras me pongo en el Iphone a buscar una imagen del Audi Q5 para tener una clara imagen de nuestro objetivo.
¿Sabéis cuando estáis buscando una cosa que de pronto todo os parece que es lo que estáis buscando? Pues eso nos pasó a los justicieros de Lissone, que veíamos Q5 blancos en cada coche blanco que pasaba y le perseguíamos. Cuando descubríamos que no era, enseguida veíamos otro coche blanco y entonces le perseguíamos, y así un buen rato.
La adrenalina fue bajando y yo empecé a pensar… “anda que si de verdad damos con el Q5 blanco y ven que les estamos persiguiendo y sacan una pistola y nos disparan… verás que risa de justicieros”. Pero no lo dije en voz alta. Sólo lo diría si localizábamos el coche en cuestión y entonces sí que había que empezar a pensar en los peligros de ser descubiertos.
Los Justicieros tran una dura media hora de trabajo
Perseguimos unos pocos coches blancos con resultado pésimo así que no nos quedó de otra que a la media hora dejar la búsqueda con nuestro objetivo fallido. Sin embargo, nos fuimos muy contentos pensando que nos habíamos convertido en unos grandes Justicieros, a pesar de que no hubiésemos encontrado el coche que se necesitaba encontrar. Una pena… pero somos super buenas personas!!